Kaplan contra la censura
Israel televoto

Melody contra los gorilas de RTVE

Ya cantaba Melody que la vida de una diva es un jardín lleno de espinas y rosas. Su participación en ese campo de batalla cultural que es Eurovisión fue un reguero de alambres que ni los de la valla de Ceuta, y culminó en una clasificación peor que la Zorra del año pasado y a años luz del bronce de Chanel. Pero en este caso la culpa no la tiene

Barbijaputa Raquel Sastre

El blues de Barbijaputa

Es imposible hablar de Barbijaputa sin que nos pongamos tiernos. Fue nuestra primera feminazi de cabecera, con la que empezamos a radicalizarnos al ver que el feminismo se estaba yendo de las manos. Cuando en Carne Cruda presentaba su «Sección feminazi» al ritmo de la Marcha Imperial se nos ponían los pelos de punta: allí no había nada hiperbólico ni sarcástico. Aquello era lo que se nos venía encima. Sería

Apagón Sánchez

El gran apagón que nunca iba a pasar

En 2022, en plena crisis por la invasión de Ucrania y los recortes del gas ruso, Pedro Sánchez nos aseguró que no habría grandes apagones en España y que esas «escenas apocalípticas» eran cosa de la ultraderecha. Siguiendo ese argumentario, uno de sus secuaces mediáticos de confianza, Javier Ruiz, entonces en la SER, afirmó que el miedo a un gran apagón era «un miedo infundado, un gran bulo». Han tenido

Series Woke

Una adolescencia made in Netflix

Aunque suene a porno, el título de la serie del momento debería haber sido Adolescencia perversa en vez de Adolescencia a secas. Porque hay algo de perverso en este producto de Netflix que acumula cien millones de visualizaciones: vender la idea de que la masculinidad tradicional es peligrosa para los chicos y advertir a los padres de que hay una manosfera que contamina a sus hijos bombardeándoles con contenido online

Dani Alves absuelto

Dani Alves y el lastre de la presunción de inocencia

Nadie se lo esperaba, exceptuando quizá la abogada de Dani Alves, pero un tribunal ha revocado la sentencia que condenaba al futbolista a cuatro años de prisión por agresión sexual a una chica en la discoteca Sutton de Barcelona, dejándolo en libertad. Este giro de guion inesperado ha puesto en pie de guerra al movimiento feminista que desde el Solo sí es sí no levanta cabeza con los varapalos judiciales,

Campaña contra Ayuso

Ayuso contra el número 7291

La desastrosa gestión de la DANA ha dejado a Carlos Mazón convertido en un zombi que deambulará por la terreta hasta que Génova se decida a darle el tiro de gracia. A ello han contribuido seis manifestaciones orquestadas por la izquierda, el acoso de la prensa sincronizada, una juez de la que el PSOE no tiene quejas de lawfare y la propia inutilidad de Mazón Nodoyuna. La eterna capacidad de

Jenni Hermoso beso

El juicio salomónico de Rubiales

El rey Salomón pidió que se cortara en dos al niño y se le entregaran las mitades a las dos mujeres que afirmaban ser su madre, pero una se negó y prefirió que se lo quedara la otra. De esta manera, el sabio monarca supo que era la madre verdadera. Así se quiso sentir el juez Clemente con la sentencia del caso Rubiales: concedió la mayor, agresión sexual, y puso

Fin guerra Ucrania

Zelenski, Trump y la guerra de la manipulación

El efecto McGurk es una curiosa ilusión auditiva en la que el cerebro es capaz de entender palabras completamente diferentes cuando no las percibe con claridad. Los que han visto el encuentro entre Trump y Zelenski parecen víctimas de este efecto de la percepción porque parece que hablen de dos reuniones opuestas: unos ven claramente que Zelenski sufrió una encerrona y otros están seguros de que Trump le paró los

Monedero acoso sexual

El Babas de Podemos

No es que no haya salseos en la derecha. Solo hay que ver los ajustes de cuentas entre voxeros de pata negra contra sus antaño ídolos Espinosa de los Monteros o García-Gallardo. Pero estas trifulcas no tienen el pedigrí de las luchas intestinas en la izquierda. Los maestros del piolet en la cabeza lo dan todo con un entusiasmo único. No falta de nada: amistades rotas, felonías, giros de guion

La infiltrada Santiago Segura

Una infiltrada en los Goya

La 39 ceremonia de los Goya transcurría en su apasionante línea habitual: lenta, espesa, sin ritmo, a ratos soporífera y llena de soflamas izquierdistas: Palestina, el cambio climático, la inmigración, la memoria histórica y la ultraderecha, mucha ultraderecha. Y por supuesto la eterna cantinela de dadnos subvenciones porque lo valemos. Poca cosa nueva salvo la incómoda sombra de la vetada Karla Sofía Gascón revoloteando por el auditorio. Pero nada que