En una España en la que Pedro Sánchez está a punto de emprender una cruzada contra los medios que le critican acusándolos de ser una máquina del fango que propaga bulos, el bulo del mes lo ha lanzado un digital afín al PSOE, con la guerra de fondo de los socialistas contra el juez que ha osado imputar por corrupción y tráfico de influencias a la mujer del amado líder. El ridículo resultante es propio del disparate en que se han convertido los medios de comunicación y las injerencias de los partidos a la hora de manipular la opinión pública, pero también ha sacado nuestro lado más poético: ¿Qué es máquina del fango?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es máquina del fango? ¿Y tú me lo preguntas, Pedro? Máquina del fango… eres tú.

Para entender mejor el asunto hay que empezar aclarando que las instituciones en España se encuentran bajo mínimos históricos de credibilidad, ya que Sánchez no entiende muy bien eso de la independencia y la autonomía como quedó demostrado en aquel famoso «¿De quién depende la Fiscalía?». Cierto es que las instituciones —gobierne quien gobierne— nunca han sido realmente autónomas pero si la mujer del César no era honrada del todo, al menos hasta ahora se molestaba en parecerlo.

Con Sánchez en la Moncloa, la mujer del César ya ni se molesta en disimular: el CIS, la Agencia EFE y el Tribunal Constitucional están colonizados por socialistas fieles que hacen lo que el líder les pide. ¿Que el Constitucional queda como puta por rastrojo corrigiendo al Tribunal Supremo? Qué más da. Todo sea por la felicidad de los condenados por los ERE, que si Puigdemont tiene derecho a una amnistía ellos no van a ser menos.

Misión: salvar a Begoña Gómez

El poder judicial tampoco es que pueda presumir de mucha independencia con hitos para la posteridad como cuando un senador del PP presumió ufano de controlar la Sala Segunda del Supremo que iba a juzgar a los acusados del Procés, lo que hizo saltar por los aires la renovación del CGPJ y dio inicio a un tira y afloja de cinco años que ha terminado hace nada, pero con el resultado de siempre: con los cromos repartidos entre el PSOE y el PP y vagas promesas de mejorar el sistema de elección en algún momento del futuro.

La cuestión es que como aún no han llegado los nuevos jueces afines a las sensibilidades socialistas, Pedro Sánchez está algo nervioso: hay mucho facha con toga reacio a aplicar la amnistía según la voluntad del legislador, o sea la de Sánchez para seguir en el poder. Y, lo que es mucho peor, cierto juez ha imputado a la mujer del César, en sentido literal. Lo que empezó con una denuncia admitida a trámite a partir de un puñado de informaciones sobre Begoña Gómez empieza a complicarse, y ha puesto en acción a toda la plana mayor socialista, la mediática también, para exonerarla de toda culpa y presentarla como la víctima de un contubernio de la ultraderecha judicial.

Los socialistas contra el juez Peinado

Estaba claro que ante esta muestra de fascismo, entendiendo como fascismo dudar de Begoña e investigar las irregularidades que rodean la cátedra extraordinaria que dirige en la Complutense sin tener siquiera titulación universitaria, había que iniciar un plan B, que escribir una carta de amor y amagar con dimitir no había sido suficiente para Pedro Sánchez.

Y el plan B consiste en señalar y dudar del magistrado hasta dejar su reputación a la altura del subsuelo. Para ello, el PSOE ha contado con la desinteresada colaboración de la prensa progresista, libre e independiente, que se presta a tan noble fin criticando al malvado juez y buscándole trapos sucios donde sea. No es nuevo: ya pasó con Mercedes Alaya o Manuel Marchena y ahora le toca a Juan Carlos Peinado, el juez que ha hecho que la ilustrísima Begoña Gómez tenga que ir al juzgado como una vulgar infanta de la vida.

El misterio de los dos DNI

El problema es que uno de los medios que se ha prestado a la tarea de desacreditar al juez Peinado es ElPlural.com, dirigido en la actualidad por Angélica Rubio, ex asistente personal de Zapatero, lo cual despeja todas las dudas sobre su neutralidad. El Plural es, por decirlo con elegancia, un digital de izquierdas con aires de libelo que disimula mal su activismo. Un Ok Diario o un Periodista Digital de la trinchera de enfrente que entraría sin problemas en el saco de los pseudomedios que tanto critica Pedro Sánchez si no fuera porque es un pseudomedio socialista y con ese el gobierno no tiene ningún problema. Un digital que se dedica a atacar con saña a los enemigos del socialismo, con Ayuso a la cabeza, y cegado por el sectarismo. ¿Qué podía salir mal?

El mes de julio empezaba con una exclusiva mundial de este auto proclamado diario digital progresista: «El juez Peinado figura con dos DNI distintos como propietario de varios inmuebles». Un exhaustivo trabajo de investigación en el Registro de la Propiedad revelaba que el juez tenía un amplio patrimonio adquirido con dos DNI diferentes, lo cual en teoría debería de ser imposible. El propio digital apuntaba a tres posibles explicaciones: que se tratara de un error administrativo del Registro de la Propiedad, lo que consideraba muy poco factible, que el juez recibiera un trato especial del Ministerio del Interior por alguna razón turbia, o que Peinado fuera en realidad un agente secreto o un infiltrado «como los de la películas o novelas policíacas».

El PSOE enchufa la máquina del fango

Ferreras llevó a la directora de ElPlural.com a su programa en La Sexta dejando caer que tener propiedades inmobiliarias con dos DNI no podía ser honesto. Al mismo tiempo el redactor jefe del digital incidía en Twitter en la idea de un agente infiltrado. El PSOE se apuntó a la ola y pudimos ver a su portavoz, Esther Peña, preocupada porque «una persona pudiera manejarse por la vida con dos DNI», insinuando también que había algo extraño y pidiendo a los órganos de control de la judicatura que tomaran cartas en el asunto. Pocos días antes, Peña se había quejado de los engranajes de la máquina del fango y de las mentiras malintencionadas contra los socialistas.

La cuenta de Twitter del PSOE en Madrid recordaba que este era el juez que había citado a declarar como investigada a Begoña Gómez. «Nada más que añadir», puntualizaba no sin malicia. El jefe de comunicación del partido, Ion Antolín, famoso por tuitear fotos creadas con inteligencia artificial haciéndolas pasar por auténticas, también difundió las informaciones de El Plural marcando la pauta para cientos de tuiteros socialistas. En pleno éxtasis conspirativo, algunos recordaban que había cierto registrador de la propiedad llamado M. Rajoy. ¿Estaría también metido en el ajo? No hay nada como quejarse de la máquina del fango enchufándola a toda pastilla.

Burlas de la ultraderecha

Las informaciones sobre los dos DNI del juez Peinado eran cada vez más extrañas. Ante el cachondeo de que se tratara simplemente de dos personas con el mismo nombre, burlas que El Plural consideró, literalmente, una movilización de la extrema derecha contra informaciones de gran importancia, el digital fundado por Enric Sopena contó que aparecía la misma esposa como copropietaria con los dos DNI. «¿Por qué sabemos que no son dos ciudadanos distintos con el mismo nombre y distinto DNI, dos Juan Carlos Peinado García distintos? Porque en España no existe la poligamia», escribía el redactor de El Plural. ¿Un agente secreto polígamo? Estaba claro: Peinado era James Bond.

Para que una máquina del fango sea eficaz lo primero que tiene que hacer es parecer seria y trascendente. Y aquello contra el juez Peinado sonaba a todo menos a serio y trascendente. «¿A quién se refiere el Gobierno cuando habla de «tabloides digitales»? ¿A los medios que dicen que los jueces tienen dos DNI?» se mofaba Feijóo en una entrevista. «Feijóo trata de desacreditar la información sobre los dos DNI con los que el juez tiene registrado su patrimonio inmobiliario» respondía muy digno El Plural intentando parecer The Washington Post defendiendo el Watergate de Nixon.

Que pague el muerto el Registro de la Propiedad

La historia de dobles DNI, trapicheos urbanísticos, espías, agentes secretos, y dos o tres personas más que aparecieron en las redes con el mismo nombre del juez Peinado, incluido un señor taxista, no podía sostenerse mucho tiempo, aunque el PSOE insistiera en utilizarla en su beneficio. Finalmente, dos días después, El Plural publicó el último capítulo: «El Registro de la Propiedad afirma que adjudicó por “error grave” cuatro propiedades al juez Peinado». El digital se vanagloriaba ahora de haber revelado un gran escándalo en el Registro de la Propiedad, tras «un trabajazo» de su equipo de investigación. «No era un bulo», tuiteaba el dircom del PSOE, un Antolín inasequible al desaliento al que imaginamos dándose cabezazos contra la pared.

Billy Wilder y I.A.L. Diamond habrían firmado con esta historia una estupenda secuela de Primera Plana. Angélica Rubio triunfaría siguiendo los pasos de Walter Burns, el poco ético director de El Examiner. No hay juez corrupto con dos DNI ni agente secreto al servicio de quién sabe qué oscuros intereses para acosar a la mujer de Pedro Sánchez, pero sí se ha descubierto una pifia del Registro de la Propiedad. Una vez más, El Plural ha salvado la democracia.