Kaplan contra la censura

Joyas del cine feminazi 6: el hembrismo se abre camino

La agenda política avanza a velocidad de crucero y los productos culturales intentan normalizar unos contenidos ideológicos que se supone que reflejan el progreso de la sociedad, especialmente en temas identitarios como el feminismo. Si no está de acuerdo con ese «progreso» que no duda en señalar y cancelar a todo el que no lo reconozca como la única Verdad, tengo una noticia buena y una mala. La mala es

Fernando Simón enfermeras

La nueva masculinidad de Fernando Simón sale rana

En cualquier país normal, un asesor sanitario como Fernando Simón ya hace tiempo que habría dejado de serlo. No acertó con la magnitud de la pandemia de coronavirus, minimizando una y otra vez el riesgo; no acertó tampoco con el uso de las mascarillas, dando mensajes contradictorios y reconociendo al final que se mintió porque no había suficientes. Su previsión de que la segunda ola de covid no iba a

Marqueses Galapagar

La caída de la casa Galapagar

Un día de otoño triste y silencioso, cuando las nubes colgaban bajas y pesadas en el cielo amenazando tormenta, crucé una región singularmente lúgubre de Madrid. Y, al fin, al acercarse la noche, me encontré a la vista de la melancólica Casa Galapagar. Había conocido tiempos mejores, lo que saltaba a la vista con su descuidada fachada, pero aún imponía, sobrecogedora recortada contra el horizonte del crepúsculo. Miré el móvil

Estudio feminista Juguetes

Viaje alucinante a un estudio feminista sobre el machismo en la publicidad de juguetes

Si hay algo que no le falta al feminismo son estudios que justifiquen su forma de ver el mundo. Por eso, cuando una feminista le diga que algo «está muy estudiado», créala, lo está. Lo que no le contará es que lo han estudiado las propias feministas siguiendo una fórmula que nunca falla: tesis inicial que quieren demostrar, observación e interpretación de ciertos datos, y no otros, seleccionados o sesgados

Invitadas

El Prado se hace aliado feminista y la lía parda

En algún momento, a alguien del Museo del Prado le debió de parece una gran idea: una exposición que denunciara el machismo y la misoginia del siglo XIX y flagelara a los hombres por despreciar a cientos de talentosas mujeres artistas. Se rebuscaría entre los fondos de la pinacoteca lo mejor jamás pintado por mujeres, se completaría con visiones masculinas sobre estereotipos femeninos lo más sexistas posible y se presentaría

Feminazis

¿Por qué las llaman feministas cuando quieren decir feminazis?

«Yo respeto todo, a las feminazis también», declaró la actriz Candela Peña en una entrevista. Y la que se lio. Y es que usar este neologismo maldito no está bien visto, y si quiere encajar en esta sociedad tolerante y progresista mejor que no use esta F-Word o verá que la tolerancia hacia su libertad de expresión desaparece por arte de magia. El linchamiento al que fue sometida Candela Peña

¿Sueña la izquierda con calles franquistas?

La Guerra Civil se combatió calle a calle. Y ahí sigue 81 años después. Con una parte de España luchando por renombrar las calles con connotaciones franquistas, otra parte que las quiere mantener y otra que alucina preguntándose si es que no hay nada mejor que hacer. Todo gracias a una ley de Memoria Histórica que no sabemos si está trayendo dignidad a las víctimas republicanas pero esperpento, perplejidad y

Cine feminazi

Joyas del cine feminazi 5: La última frontera

Cuaderno de bitácora. Fecha estelar 92020. Hubo una época en que las películas eran películas. Podían tener un mensaje pero estaba al servicio de la historia, de los intérpretes, del propio film. El cine de la era #MeToo – y de la era Black Lives Matter que ya se nos viene encima- funciona al revés: primero es el mensaje y la película viene después. Por eso suele tener tantos fallos

Franco meme

Españoles, Franco ha vuelto

Hasta hace unos pocos años, la Guerra Civil y la dictadura eran episodios del pasado de los que pocos se acordaban. Cuando llegaba el aniversario de la muerte de Franco apenas se congregaban unos cuantos nostálgicos en la Plaza de Oriente y el Valle de los Caídos languidecía entre visitas de guiris despistados, algunos curiosos y los mismos nostálgicos de dos líneas más arriba. El invento de la Transición consiguió