Desde España con amor
Ay, el travieso Cupido. Siempre haciendo de las suyas. Disparó sus flechas en Barcelona y ocho activistas independentistas cayeron rendidas. El problema es que fue ante el mismo hombre, un mozalbete con tatuajes, cresta punk y que lucía camisetas antifascistas ajustadas. Pero como Cupido, además de caprichoso es algo facha, les tenía reservada una sorpresa más a aquellas ocho feministas anticapitalistas que habían disfrutado (y compartido) los encantos del heteropatriarcado: