Karla Sofía Gascón cancelación

Karla Sofía Gascón: cancelada y sin Oscar

Gregorio Belinchón, crítico de cine de El País y uno de los inquisidores de Carlos Vermut, se refirió a Emilia Pérez como «una locura maravillosa». En aquellos momentos el film de Jacques Audiard había sido elegido para la gloria por el progresismo cultural. Premio del jurado y a su elenco femenino en Cannes, una de las mejores películas de 2024 para el American Film Institute, cinco globos de Oro y

Will Smith Oscar

Una hostia a los Oscar

Iban a ser los Oscar de la armonía, de la concordia y de la paz por Ucrania. Presentados por un trío femenino que, por fin, iba a llevar la sororidad y el feminismo a la ceremonia de cine más importante del año. Premios para mujeres, actores racializados, personas con discapacidad… Un plan sin fisuras. Pero todo salió mal. Las presentadoras también ofendieron a las mujeres, cosificaron y sobaron a los

Cartel Hollywood broma

Ofendidos made in Hollywood

Los ofendidos de Hollywood son el perfecto ejemplo de toda esa mezcla de oportunismo, moralismo e hipocresía que caracterizan a la corrección política. A lo largo de su historia, la Meca del cine ha sido un reflejo de la sociedad estadounidense, y si esta era machista o racista Hollywood también lo era, y no se preocupaba demasiado. Pero a los ojos de los liberales actuales, conversos del #MeToo y del

Cine feminazi

Joyas del cine feminazi 2: Mira quién oprime ahora

La crítica ha dicho: «Joyas del cine feminazi es un artículo que hará historia, atreviéndose a llamar a las cosas por su nombre. ¡Hurra por Kaplan!» (KAPLAN CONTRA LA CENSURA). «Joyas del cine feminazi es una muestra de misoginia y machismo inaceptables. La ciudadanía clama por una ley que prohíba artículos como este y deconstruya a los señoros que los escriben en campos de reeducación» (LO PAÍS). Ahora, por fin,

Cine feminazi feminista

Joyas del cine feminazi en la era #MeToo

No hay ningún cine feminazi, le dirán con rotundidad. No existen las películas hembristas, se reafirmarán. Pero haberlas haylas. Unas más sutiles, otras más descaradas, pero existen. Desde 2017 la industria está rendida a esta moda, y nos tememos que va para largo. El feminismo #MeToo se ha extendido con todos sus excesos sin que casi nadie se atreva a cuestionarlo, y ha llegado como una apisonadora al séptimo arte.