La fábula de Anónimo García
Había una vez un señor llamado Anónimo García. Era un tipo con inquietudes, de izquierdas, feminista y ecologista que trabajaba en Greenpeace, la organización más comprometida y solidaria del mundo mundial. En sus ratos libres se dedicaba a reírse de la derecha poniendo en evidencia sus contradicciones y sinsentidos, haciéndoles reflejarse en su espejo del callejón del Gato, lo cual era motivo de jolgorio entre sus compañeros ideológicos. Pero un