Apocalipsis machista en el Elías Ahuja
Caía el día en la pequeña isla caribeña de Patriarcado, manchando el atardecer de nubes rojas y gualdas, lo que ponía nostálgica a aquella silueta que se recortaba contra la playa. Se iba a retirar ya a su mansión cuando la criada mulata le entregó un sobre. Las cartas eran la única forma de contactar con él desde que se retiró de las redes sociales y convirtió el teléfono móvil