Bulo de Tecnocasa

La espinosa sumisión química de Tecnocasa

La ley del Solo sí es sí, aparte de un disparate de proporciones homéricas, resultó ser de lo más oportunista. Se aprobó el verano de los pinchazos químicos, una paranoia feminista que aterrorizó a las mujeres con la idea de que hordas de violadores las drogaban cuando estaban de fiesta para anular su voluntad y someterlas a su depravación. Las denuncias por sumisión química se dispararon aquellos días pero no