Se nos rompió el fact checking de tanto usarlo
Quién lo iba a decir. Parece que fue ayer, y de hecho lo fue, cuando los verificadores partían la pana. Ellos decidían lo que era verdad y lo que no en Facebook, presumiendo de un andamiaje de rigor periodístico, códigos éticos, metodologías, expertos infalibles y una aparente transparencia que hacía del fact checking la verdad absoluta. Un chiringuito en toda regla de sesgo progresista que se imponía sin cortapisas. Hasta