Torbe polemica

Código 10, un aquelarre contra el porno

Con la ex Penélope Crunch, los tertulianos del programa y la fanática abolicionista Mabel Lozano de invitada especial, Código 10 acabó convertido en un aquelarre contra la pornografía en general y Torbe en particular. Ninguna de las afirmaciones de Aris Gómez fue puesta en duda, aunque los presentadores debían de saber que el juez no les dio validez y las archivó todas. Es verdad que Torbe llegó a un acuerdo con la Fiscalía y admitió su culpabilidad para evitar un calvario judicial, pero no fue por la mujer que acudió a Código 10, sino por otra que le engañó diciendo que era mayor de edad (le faltaban dos meses para los 18) y que renegó del porno cuando un vídeo que grabó enseñando las tetas diciendo «¡Aúpa Athletic!» lo vio medio planeta, incluidos sus padres.

Por este vídeo Torbe ha aceptado dos años de cárcel, que no pisará, por revelación de secretos y pornografía infantil. Invitamos al lector a que juzgue por sí mismo. Si un día se encuentra en ese pozo sin fondo que es Internet el vídeo en cuestión, analice si la moza del Aúpa Athletic puede entrar en la categoría infantil. Le generará dudas más que razonables, como sucede con esos que vienen a pagarnos las pensiones y que la izquierda y la derecha buenista aseguran que son unos pobres niños aunque midan metro ochenta.

Un blanco perfecto para el puritanismo feminista

La condena de Torbe apareció en los medios de una forma algo confusa dando a entender que Allende era un pederasta más peligroso que Jimmy Savile y Jeffrey Epstein juntos, con titulares del estilo de «Torbe acepta dos años de cárcel y reconoce que grabó y distribuyó pornografía infantil», casi calcados de un medio a otro y en el que muy pocos quisieron profundizar preguntándole a él.

Lo cierto es que los tiempos habían cambiado y el porno —una violación filmada, según Mabel Lozano— estaba en el ojo del huracán como sucedió en los lejanos ochenta con la infame comisión Meese. Allende era un blanco ideal para la santa cruzada feminista contra el sexo pagado. Para empezar, es un nombre famoso de una época nefasta para el feminismo en la que el porno se consideraba algo divertido y lúdico, muchos famosos presumían de conocerlo, trabajó con Santiago Segura —aparece en la saga Torrente e hizo una parodia X del personaje presentada por el propio Segura— y es un orgulloso putero, algo que haría soltar espuma por la boca entre convulsiones a las Towanda Rebels.

También ha escrito libros que es difícil que formen parte de la biblioteca personal de Irene Montero: El cáncer feminazi, Las putas son alegría y Cómo olvidar definitivamente a la zorra de tu ex. Cuando las feministas nos mandan a los hombres a leer no se refieren a estos títulos precisamente. Y es también empresario pornográfico (con fama de friki y agarrado) ostentando la hiperbólica etiqueta de rey del porno español, lo cual lo convierte en el archienemigo a batir.

Las tribulaciones de un pornógrafo

A lo largo de los años, además, el productor y director vasco ha tenido unas cuantas polémicas, algunas tan surrealistas como cuando el Ayuntamiento de Torrelavega le quiso demandar por llamar feas a las mujeres de la localidad o cuando una menor quiso hacer porno con él y sus fotos acabaron en el tablón del instituto. Grabó una canción en la que se choteaba de los rumanos que robaban, lo que provocó que le tildaran de racista, y en pleno confinamiento pidió voluntarios para una orgía y la policía tuvo que desalojar el local al que habían acudido medio centenar de entusiastas. Si lo interpretara un actor trans y negro su vida daría para una serie de Netflix.

Hace unos años tuvo incluso su propia campaña de cancelación. Le cerraron la cuenta de Tik Tok por reaccionar a vídeos de chicas, con críos llorando, literalmente, porque Torbe sexualizaba a sus hermanas, primas o amigas. «Las redes se unen y consiguen tumbar la cuenta de Torbe en Tik Tok», celebraba la prensa progre sin mencionar algunos tiernos comentarios que las nuevas generaciones de hipersensibles le dedicaron al actor como «Lo que no sé es como no le han pegado aún tres tiros al Torbe» o «A Torbe lo deberían haber matado en la cárcel».

El confuso ‘caso Torbe’

Pero sin duda el asunto que más le ha complicado la vida hasta convertirlo casi en un apestado fue el conocido como caso Torbe, que le llevó varios meses a prisión preventiva, acusado de pornografía infantil, trata, blanqueo de capitales, agresión sexual y tráfico de seres humanos, en connivencia con un socio ucraniano que traía chicas de la Europa del Este para grabar bukkakes, una modalidad sexual bastante desagradable, en la línea de lo que hace el gobierno de Pedro Sánchez con los españoles todos los días.

El asunto salpicó a dos futbolistas famosos, De Gea y Muniain, gracias al testimonio de la mujer que entrevistó Código 10, que aseguraba que Torbe la prostituyó para que se acostara con ellos. Los futbolistas quedaron fuera del caso al comprobarse que habían tenido buena relación con la actriz y que no había ninguna prueba de que el sexo hubiera sido forzado. A pesar de esto, Aris Gómez se explayó todo lo que quiso en su entrevista relatando como los jugadores practicaron con ella un sexo violento y no consentido, sin que en ningún momento los aguerridos periodistas —que o no se documentaron o les dio igual— pusieran un solo pero.

La camarera engañada

Aparte del bulo de la violación de los futbolistas, la historia que Aris contó en Código 10 demostró por qué su causa fue archivada. La buena mujer relata que acudió cándidamente a la oficina de Torbe por una supuesta oferta laboral de camarera. Allí se bebió un vaso de agua que anuló su voluntad —la sumisión química se ha convertido en un chollo para explicar incoherencias en un juicio— porque al poco rato Torbe la obligó a grabar una escena con él. No contento con ello, la mantuvo secuestrada (en pleno centro de Madrid) y la obligó a hacer porno sin consentimiento durante ¡seis meses! hasta que un día ella vio las llaves puestas en la cerradura y se escapó.

La historia, que el programa recrea dramáticamente con actores, es digna de Antoñita la Fantástica. Aris, entonces Penélope Crunch, no solo rodó medio centenar de escenas con Torbe. Fue a Barcelona y estuvo también con Nacho Vidal. Hemos rescatado una de esas escenas, por su interés periodístico, no vaya a pensar mal. Es verdad que la mujer no era precisamente la alegría de la huerta pero parece cualquier cosa menos obligada o drogada, o puede que fuera mejor actriz que Meryl Streep. También se nos ocurre que igual si le hubiera dicho al ex legionario de Nacho Vidal que estaba secuestrada, este habría desmontado de una hostia a Torbe y la habría salvado. ¿Por qué no lo hizo? Misterios de la vida.

La Fiscalía tumba casi todas las acusaciones

Los abogados de Torbe fueron mucho más profesionales con Aris que los amarillistas periodistas del programa de Cuatro. Aportaron mensajes de WhatsApp a Torbe pidiéndole más escenas para ganar dinero y fotos de varios viajes en los que se la veía posando sonriente con otros hombres, a ninguno de los cuales tampoco les contó su dramática situación. La relación con Torbe terminó abruptamente cuando este la descubrió robando en su domicilio y la echó, dos o tres años antes de la denuncia de ella.

La Fiscalía no solo sobreseyó la parte de Aris sino la de la supuesta trama ucraniana de blanqueo de capitales y tráfico de personas. En un duro informe cuestiona la labor policial y desmonta las acusaciones. «Las jóvenes vinieron a España sabiendo a lo que venían», explica la Fiscalía, y se les pagaba por encima de la media por rodar escenas que demandaban prestaciones sexuales no aptas para todos los estómagos y que no pocas veces acababan con las actrices vomitando. Muchas chicas ucranianas se hospedaban en hoteles y se hacían fotos turisteando por Madrid, algo cuanto menos extraño de personas que se supone que están captadas y secuestradas. El informe del fiscal comenta una escena digna de los hermanos Marx en la que una mujer aparentemente prisionera es sorprendida por la policía entrando silbando en el piso con su llave.

El libro que viene

Por supuesto nada de esto aparece en Código 10. Nacho Abad y el otro bastante tenían con escuchar las palabras de la ex actriz que disparaba su versión con cara de virgen sufriente. Lo que sí aparece es el resto de la historia de Aris que también tiene lo suyo. Tras escapar de la prisión de Villacerda se reencuentra con el novio que la puso en contacto con Torbe, se la lleva a Murcia y del tirón la mete en un prostíbulo en el que está, por supuesto también obligada, tres años hasta que la rescata la Guardia Civil. La muchacha también denunció a su supuesto proxeneta pero, si es que tiene mala suerte con las denuncias, esta también acabó archivada y sobreseída.

Ante tanto drama, que deja a Justine en un cuento de hadas, el culebrón apunta a un final feliz para Aris. Lejos de las malas decisiones que nunca tomó porque siempre la obligaron, ha encontrado por fin el amor. Además, se ha convertido en una voz autorizada por el feminismo para prevenir a otras chicas de los peligros del porno y es un ejemplo de superación personal que tiene mucho que contar. Y lo va a contar. Según anuncia en su Instagram, ha escrito un libro, De la oscuridad a la libertad, cuyo espontáneo primer acto de promoción hemos visto en Código 10. No sabemos si este libro hará llorar a Spielberg pero a Torbe y al sentido común seguro que sí.

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3 comentarios

  1. Vaya historia tan surrealista. Mira que yo suelo estar informada de los temas del blog, pero de este no tenía ni idea. Lo que más me sorprende es que a una historia que conforme la vas leyendo ya ves que no tiene ni pies ni cabeza los periodistas le den total credibilidad sin dudar ni un momento. Que Torbe tendrá sus sombras, pero de ahí a que lo pinten como casi un monstruo…

    1. La conocí y descubrí que es una mujer supremamente mentirosa y oportunista, solo le importa la fama y el dinero, jajaja que ama a su pareja y vaya cuernos que le monta, que engaño esta mujer, desconocía totalmente su antigua profesión, en los videos se ve experta y nada amenazada, nunca había visto algo tan repugnabte en mi vida y ella tan sonriente. ¿Será que tenía un arma apuntándole? De todas las chicas del video ella se veía sonriente y experta. PAYASA MENTIROSA, con su voz de yo no fui. Aclaro que no me gusta el porno pero me pudo el morbo por conocer el pasado de esta falsa.

      1. La verdad es que no tiene pinta de ser la mujer más fiable del mundo. Una de las testigos del caso Torbe dijo que lo mejor del porno eran las pollas y lo peor las puñaladas. Esta da la sensación de ser experta en ambas cosas.

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