La noche del 8 de abril de 2020 pasará a la historia de las redes sociales en España como «la noche de los bots vivientes». Un troleo masivo que parodiaba la teoría conspiranoica de la izquierda sobre una red de miles de cuentas automáticas ultras lanzando bulos para desestabilizar al Gobierno. Y encima lo hizo con cachondeo, que escuece más.

Un grupo de tuiteros del autodenominado Team Facha se dedicó a trolear a reconocidos influencers progresistas haciéndose pasar por bots estropeados. Como resultado, algunos periodistas, famosos tertulianos y supuestos verificadores de bulos se tragaron el troleo y llamaron la atención del algoritmo de Twitter que suspendió centenares de cuentas.

El contexto de esta historia se enmarca en la batalla por el relato que existe con el coronavirus. Millones de personas no creen al gobierno, piensan que actuó negligentemente, que ocultó -y oculta- información, y lo hacen responsable de los 152.000 infectados y de los 15.000 muertos a fecha de hoy provocados por el COVID-19. A PSOE y Podemos, acostumbrados a ser ellos los que hacen política con las tragedias (11M, violencia de género…), el sorpasso les ha venido grande, así que han iniciado una campaña para convencernos de que la crítica al Gobierno no es tal, que todo se debe a bulos lanzados por la ultraderecha para manipular a la opinión pública y crear odio.

‘Terraplanistas del coronavirus’

Cartas a la militancia del PSOE para que defiendan «la verdad», llamadas a «la gente» en las redes sociales de Podemos, programas en la televisión pública para «verificar»… Hasta lo ha dicho Pedro Sánchez en el Congreso. El 7 de abril, uno de los digitales más fieles a la causa progresista, eldiario.es, se sumó con el artículo «Los terraplanistas del coronavirus: la red para contarte «la verdad» está impulsada por conocidos difusores de bulos». Un artículo que rozaba el esperpento y que concluía que varios tuiteros se beneficiaban adrede de una red de amplificadores formada por bots, encabezando una especie de conspiración ultra para intoxicar a la opinión pública.

El artículo se basaba en una investigación supuestamente independiente a cargo de la asociación Heurística, formada por investigadores de la Universidad de Barcelona y la Universitat Oberta de Catalunya. Bastaba darse un paseo por Google para ver que las caras visibles de Heurística eran también personas vinculadas a movimientos anticapitalistas y cercanos a Podemos, y con una trayectoria dedicada a criticar las actividades en redes sociales de la derecha. Tal vez por eso les ha interesado tanto estudiar «Qué esconden las redes sociales de Vox» y bastante menos qué esconden las de Podemos. Independencia total, vamos.

Los «expertos» se tragan el troleo

Con este marco de fondo tuvo lugar la noche de los bots vivientes. El día 8 por la tarde, el usuario de Twitter Coronel Olrik, miembro del Team Facha, propuso trolear a tuiteros de izquierda para «demostrar» que el artículo de eldiario.es era cierto y que los bots dominaban el discurso crítico. Así que se le ocurrió que el que quisiera podría responder con un mensaje automático erróneo (dando a entender que los bots se habían estropeado). En unas horas miles de mensajes pulularon por Twitter haciéndose pasar por bots fuera de control.

Ilustres progresistas como Elisa Beni, Carlos Bardem, Marta Flich, Mónica Carrillo, la revista Mongolia o la directora de Newtral y supuesta experta en verificar información, Ana Pastor, se comieron el troleo y pensaron que los bots de la ultraderecha se habían estropeado con lo que extendieron un bulo en toda regla, ¡ellos! Los que tanto previenen contra los bulos.

La noche de los baneos largos en Wikipedia

La noche de los bots vivientes tuvo hasta bajas. Provocó la suspensión de cientos de cuentas de los tuiteros que siguieron la broma al ser detectados como spam por el algoritmo de Twitter. Aunque la cifra oficial de caídos en el troleo es de 200, algunos hablan de 1.000 cuentas bloqueadas o suspendidas.

Por unas horas el troleo, también conocido como la noche de los baneos largos por la suspensión de cuentas, ha tenido hasta su entrada en Wikipedia. Y aún dura el choteo en la red. A la izquierda no le ha hecho tanta gracia porque, aparte de sacarles los colores, si algo ha demostrado la noche de los bots vivientes es que la mayor conspiración la tienen ellos en su cabeza y en las ganas de cachondeo del Team Facha.