Virus chino

Le llamaron conspiranoico. Sí, a usted. Por no creer que la pandemia se inició cuando alguien se comió un murciélago o un pangolín y por mirar con suspicacia el instituto de virología y no el mercado de animales de al lado. ¿Se acuerda? Si hasta decir «virus chino» era de mala persona. Pues está de enhorabuena: crecen las sospechas de que el Covid-19 salió de un laboratorio. Si se confirmara, China y su perrito faldero de la OMS tendrían mucho que explicar. Porque llevan un año y medio no solo negándolo sino haciendo todo lo posible para que la opción de la fuga accidental del virus de un centro de investigación -con la espeluznante posibilidad de una manipulación biológica previa- parezcan propias de tipos con sombreros de aluminio.

Hagamos un poco de historia. El 14 de enero de 2020 la OMS lanzaba un mensaje tranquilizador: el nuevo coronavirus que China detectó el 1 de diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan no se contagiaba en humanos. El 4 de febrero el organismo que vela por la salud del planeta aseguraba que no había motivos para preocuparse, que la transmisión fuera de China era mínima e iba despacio. El 14 de marzo se declaraba la pandemia mundial. Solo esta cronología bastaría, en un mundo normal, para revisar la labor de la OMS de arriba a abajo y sospechar que alguien mintió más que Pedro Sánchez. Sobre todo cuando se supo que en el epicentro de la pandemia se encontraba el Instituto de Virología de Wuhan, que albergaba el principal laboratorio de bioseguridad de nivel 4 en China continental, que ya es casualidad.

El mercado de Huanan

China y la OMS descartaron de entrada una fuga del laboratorio BSL-4, que habría sido algo por lo menos a considerar teniendo en cuenta los agentes patógenos tan peligrosos con los que trabajaban, y trasladaron las primeras sospechas del origen del virus al cercano mercado de Huanan donde se vendían animales exóticos vivos y en el que se detectaron algunos de los primeros casos de la enfermedad. La versión zoonótica que se hizo oficial venía a contar que el SARS-CoV-2 se originó en un murciélago y de ahí pudo saltar a un animal intermedio y luego a un humano que se lo comió. A cualquier otra posibilidad se le daba tanto crédito como creer en los reptilianos.

En mayo del año pasado, con la situación ya fuera de control, la OMS confirmaba el origen animal del virus chino y descartaba cualquier relación con el laboratorio de Wuhan. El especialista en seguridad alimentaria y enfermedades animales de la OMS, Peter Ben Embarek, así lo declaró en una rueda de prensa. Aunque reconoció que había muchos puntos oscuros en el origen de la epidemia, este no era uno de ellos. Además, China estaba dándolo todo y no tenía nada que ocultar. ¿Un país comunista ocultando la verdad sobre una catástrofe provocada por ellos? Imposible. Bueno, está aquella cosilla de Chernobyl y, maś recientemente, cuando Pekín ocultó información de la crisis del SARS, en 2002, algo que prometieron no volver a hacer… aunque no sabemos si cruzaron los dedos.

La versión de Li-Meng-Yan

Entra en escena Li-Meng-Yan. Esta viróloga es una de las voces más controvertidas sobre el origen del coronavirus. Ninguneada por el progresismo por estar supuestamente apoyada por el demonio conservador Steve Bannon, su historia, según la cuenta, parece la secuela de Estallido: avisó del peligro que podía tener el virus pero ni la OMS ni las autoridades de su país le hicieron caso obsesionadas con transmitir al mundo que la situación estaba bajo control. Cuando sus investigaciones la llevaron a la conclusión de que el virus se creó a modo de arma biológica recibió amenazas y, temiendo por su vida, huyó de China, que reniega de ella: «Nunca hemos oído hablar de esta persona», afirmó la embajada china en Estados Unidos. «El Gobierno chino ha respondido rápida y efectivamente a la Covid-19 desde su inicio. Todos sus esfuerzos han sido claramente documentados (…) con total transparencia».

Pasamos ahora a Donald Trump, quien tenía tanta fe en la transparencia china como en el voto por correo. En plena guerra comercial con el gigante asiático y graves reproches a la OMS, el entonces presidente y su secretario de Estado, Mike Pompeo, mantuvieron la hipótesis de que el «virus chino» tenía su origen en un laboratorio. Aseguraron incluso tener pruebas de ello a pesar de que sus servicios de espionaje no encontraron nada. Pero hasta el fin de su mandato, Trump sostuvo su teoría y buscó las evidencias que lo corroboraran entre la burla de los medios de comunicación estadounidenses, que lo consideraron un desvarío conspiranoico, y el escepticismo de expertos como el epidemiólogo oficial del pais, el Fernando Simón de allí, Anthony Fauci, que decían que el origen animal de la pandemia estaba más que comprobado.

La OMS concluye su investigación: nada que ver, circulen

En febrero de este año, con Trump pasando a mejor vida política y Li-Meng-Yan repudiada por los científicos, la OMS dio a conocer los resultados de una investigación en Wuhan. Una investigación dirigida por el mismo tipo que dijo desde el principio que el Covid-19 tenía origen natural, realizada en tiempo récord por ser época vacacional en China, que estuvo solo tres horas dentro del instituto de virología y que le dedicó más tiempo a trabajar sobre la hipótesis del régimen chino de que la epidemia se debió a comida congelada que vino del extranjero. Evidentemente, el resultado de la investigación estaba más cantado que la victoria de Isabel Díaz Ayuso: el SARS-CoV-2 es de origen animal, comenzó en diciembre de 2020 y es «extremadamente improbable» que se escapara de un laboratorio. Y lo de la comida congelada no había que descartarlo. Así da gusto.

Pero poco ha durado la calma. El runrún del origen del virus chino volvió hace una semana cuando The Wall Street Journal se hizo eco de los resultados del último informe que encargó Trump a sus servicios de inteligencia. Estos descubrieron que tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan enfermaron con síntomas similares al Covid-19 semanas antes del primer brote oficial. A continuación se supo también que China había prohibido el acceso a una mina de cobre en la que varios trabajadores contrajeron una misteriosa enfermedad respiratoria en 2012, tras haberse topado con unos murciélagos, y que los científicos de Wuhan habían recogido varias muestras de esa cueva para ser analizadas en su famoso laboratorio.

El papelón del Dr. Fauci

Entre el cabreo de la transparente China y la OMS haciéndose la sueca, Joe Biden ha pedido investigar una fuga del laboratorio como causa de la pandemia. Fauci, el epidemiólogo que le llevaba la contraria a Donald Trump, ha cambiado ahora de idea, aunque según revelan sus mails, que se acaban de publicar, de puertas para adentro nunca descartó un origen no natural. Tal vez porque conocía bastante bien el laboratorio de Wuhan en el que, a través del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), había financiado experimentos en la especialidad de la casa… coronavirus de murciélagos.

Por su lado, los medios de comunicación, como lo dice Biden y no Trump, tampoco lo consideran ya un delirio sino algo razonable. De ahí los giros de 180 grados de la prensa y lo que eran conspiraciones ya no lo son: «Cobra fuerza la tesis de que el covid-19 se originó por un accidente en un laboratorio de Wuhan», «¿Es hora de investigar si el nuevo coronavirus salió de un laboratorio?», «La teoría del origen del covid en un laboratorio chino gana enteros en EEUU». Son solo unos ejemplos que meses atrás serían considerados Fake -News por los mismos medios que lo sacan ahora. El piriodismo en su más alta expresión.

Hace solo medio año la Universidad de Cambridge realizó una encuesta sobre la credibilidad de los «mitos» del coronavirus en varios países. Uno de esos mitos se refería a cuánta gente dudaba del origen natural de la pandemia y lo asociaba a un fallo o a una creación en un laboratorio. A ver si al final van a tener que hacer otra encuesta sobre los mitos del coronavirus dentro de la OMS y de China. Las carcajadas de Trump se escucharían hasta en la cueva de los murciélagos.

Nota: La imagen que ilustra el artículo corresponde a una viñeta publicada por un diario danés en enero de 2020 que indignó al gobierno chino: «Sin ninguna empatía —escribió la embajada china en Dinamarca— ha traspasado la línea de una sociedad civilizada y los límites éticos de la libertad de expresión, ofende a la conciencia humana. Expresamos nuestra indignación y exigimos que ‘Jyllands-Posten’ y Niels Bo Bojesen (el autor) se autoinculpen y pidan perdón públicamente al pueblo chino». El diario se negó a disculparse por la viñeta.

8 comentarios

  1. Buenísimo, como siempre. Hay que ver como van cambiando las cosas conforme se va investigando un poco. Estoy loca por saber el nuevo giro de guion que darán si con la investigación que ha pedido Biden se descubre que todo salió del laboratorio y que la teoría de los animales hace aguas.

    1. ¡Gracias! Pues asistiremos a la enésima justificación de los que decían digo y ahora dicen Diego, dando a entender que ellos siempre estuvieron en el lado correcto. Será divertido verlo, desde luego.

  2. Hola George Kaplan, tu blog es como un oasis en medio del desierto de la desinformación y la censura. Con respecto a este artículo, sólo tengo una cosa para decir: a los demócratas les vino como anillo al dedo este virus para derrotar a Donald Trump en las elecciones. Sospecho que puede haber algún pacto secreto entre el gobierno chino y los demócratas de Estados Unidos.

    1. Muchas gracias por su comentario, Lisandro. Pues viendo como está el mundo cualquier cosa es posible. Desde luego llama la atención que lo que con Trump era teoría de la conspiración con Biden sea una hipótesis a considerar. Un saludo.

      1. Es la llamada “doble vara” de los medios de comunicación. Soy de Argentina, y acá para un mismo hecho, los medios de comunicación les dan nombres diferentes. Por ejemplo, cuando gobernaba Cristina Fernández de Kirchner, los hechos de corrupción de dicho gobierno eran “corrupción”. Cuando gobernó Mauricio Macri, los hechos de corrupción de su gobierno eran “conflicto de intereses”.

  3. Hola, Kaplan,
    Lamento no estar de acuerdo en este caso con tu artículo. Lo que ha reactivado la teoría del origen de laboratorio es humo. No está claro cuál es el informe exactamente que ha motivado la noticia y además en la misma se dice que los síntomas también son compatibles con la gripe común.
    Fauci, por otra parte, lo que dice literalmente es que la hipótesis más plausible para él es la del origen natural, pero que no podemos estar 100% seguros de la misma.
    https://www.youtube.com/watch?v=Yaz_ntxtDiM
    Además, habría que decirles a nuestros amigos americanos que si quieren incidir en la hipótesis del laboratorio se tendrán que remontar unas semanas más atrás que novoembre, habida cuenta de que hay informes que hablan del virus en Italia y en España para Septiembre’19, y que en USA sí que hubo en julio’19 un brote de “una enfermedad desconocida” con síntomas compatibles con COVID-19.
    https://abcnews.go.com/US/respiratory-outbreak-investigated-retirement-community-54-residents-fall/story?id=64275865
    Hace tiempo que no te veo por Twitter. Espero que todo te esté yendo bien. Un caluroso saludo.

    1. Anotada queda su discrepancia, amigo. Lo realmente llamativo es el cambio en la valoración de la hipótesis del laboratorio, de teoría de la conspiración a teoría plausible ahora que lo dicen los “buenos” de la película. Como ha visto, ya de vuelta. Muchas gracias por preocuparse ¡Un saludo!

      1. Sí, en eso estamos de acuerdo. Creo que Girauta dijo algo parecido, que los medios progres se apuntan a lo que dice Biden, que por algo ha sido la gran esperanza que estuvieron engordando entes y durante las elecciones.

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