PSOE prostitución

En este incierto jardín al que se enfrentan ahora los socialistas hay una derivada apasionante: el papel que desempeñan un buen número de mujeres enredadas en la trama. No deja de ser un capricho del destino que el gobierno que presume de ser el más feminista e igualitario de la historia se haya convertido en un ejemplo de todo lo contrario. Sexo y poder a tutiplén. Hombres que se aprovechan y mujeres que se prestan a ello hasta que se les acaba el chollo. La vida real, como los dinosaurios de Parque Jurásico, se abre camino a bocados.

Jéssica fue la primera

Los audios de la UCO y las investigaciones de The Objective o El Confidencial que los periodistas de la sincronizada sanchista llamaban fango y bulos, han dejado al descubierto un entramado de favores a cambio de cariño, flirteos… llámelo X, sobre todo X. «Las mujeres merecen respeto y oportunidades, no favores», declaraba con solemnidad Ábalos en 2021. La teoría estaba clara pero se ve que el hombre se lio al ponerla en práctica.

«Nos veíamos todas las semanas y él tampoco podía venir a mi casa. Me dijo que cogiera un piso que me gustara y elegí ese porque estaba cerca de Ferraz y de mi universidad». Así se expresaba Jéssica Rodríguez en el Supremo para explicar el contexto en el que la trama presuntamente corrupta le pagó un piso de lujo (una «casita de novios», según ella) en el centro de Madrid durante casi tres años. Jéssica siempre se ha presentado como pareja de Ábalos. Algunos encuentran a sus futuras parejas saliendo por ahí, otros en las redes sociales y a otros se las presentan los amigos. A Jéssica la descubrió Koldo en un catálogo de escorts. El travieso Cupido hizo el resto, quién sabe si a cambio de una comisión.

Aparte de la casita de novios y de acompañarle en viajes oficiales a cambio de 1.500 euros por las molestias, Ábalos y Koldo enchufaron a la moza en dos empresas públicas (LogiRAIL e Ineco) donde cobró mil euros mensuales por no hacer nada y sin que nadie pusiera objeciones porque, oficialmente, era la sobrina del ministro. Que nadie en esas empresas se escandalizara demasiado nos hace pensar cuántas sobrinas de cuántos ministros se habrán colocado en empresas públicas a lo largo de la historia. La perspectiva que se abre ante nuestros ojos nos inspira bellos deseos homicidas.

Andrea, love is in the air

Andrea de la Torre es la siguiente de la lista y empezó a salir con Ábalos al terminar con Jéssica, aunque hay algunos meses de 2021 que se simultanean las dos. La conocimos vestida de blanco inmaculado fotografiada junto al ministro a quien acompañaba en sus viajes sin que nadie de su entorno pusiera ningún pero a que una chica de veintipocos estuviera pegada a un sesentón con quien estuvo cuatro años. Ah, el amor. Tampoco se lo pusieron los de LogiRAIL cuando la vieron también allí colocada. Igual se pensaron que era otra sobrina.

Claudia Montes, ex Miss Asturias, acabó también en LogiRAIL, según ella porque le pidió trabajo a Ábalos. Su vínculo con el ministro no está tan claro como los de las demás. Ella niega toda relación sentimental, asegura que solo se llevaban bien, lo que no hace extensivo a Koldo a quien califica de «mala persona y un cerdo». Al parecer le pedía «cosas obscenas» y la llamaba diez o veinte veces al día. Todo un romántico el último aizkolari socialista que se ve que quería tener su propia sobrina.

Anaís, la chica del disco duro en los leggins

La cuarta de este lote y última —hasta el momento— es Anaís, Letizia Hilton cuando hacía porno, Chochín cuando la llamaba Ábalos. Supuesta amiga reciente del ex dirigente socialista, asegura que solo le limpiaba la casa y le paseaba el perro. Se ha hecho famosa, a su pesar, por intentar escabullirse del piso del ex secretario de Organización del PSOE con un disco duro dentro de los leggins en pleno registro de la UCO. Trucazo, que diría el Xocas.

La irrupción de Anaís ha mosqueado a Andrea que igual se consideraba única y especial, algo complicado conociendo la bragueta fácil de la que hace gala Ábalos. Ha hablado con los periodistas lanzando un aviso a la cúpula del PSOE (según ella, fue testigo de cómo Santos Cerdán ofrecía de parte del presidente una serie de prevendas al ex ministro a cambio de su silencio) y se ha mostrado decepcionada porque Ábalos le prometió una vida en común lejos de España. Anaís también ha hablado con un par de medios y dice que ella también creía vivir una bonita historia ya que Ábalos le decía «te quiero», pero al final la trató «como un perro» porque le hacía limpiar la casa y no le pagaba. Cualquier día terminan todas estas en un plató televisivo tirándose de los pelos y poniendo a parir a su antiguo amante después de la publicidad.

Miss Asturias no quiere saber nada del PSOE

MIss Asturias, que también ha decidido soltar la lengua, ha ido más lejos. Ella era militante socialista y asegura que la corrupción era conocida dentro del partido, «un secreto a voces», que Koldo y Ábalos se referían a Pedro Sánchez como «un mindundi que pusieron ahí» y que cuando denunció el acoso que sufrió al observar —dice— supuestas irregularidades en la empresa pública en la que trabajaba, el grupo de Igualdad de mujeres del PSOE no le hizo ni caso. Desengañada, se ha dado de baja del partido y, como Andrea de la Torre, no lleva nada bien que la llamen por la calle «la puta de Ábalos». Si le sirve de consuelo, «putero» es lo más suave que le gritaron al ex ministro cuando fue al Supremo a declarar que no reconocía esa voz clavada a la suya en los audios de la UCO.

La única que parece haber prosperado con el escándalo es la odontóloga Jéssica, posiblemente porque era la única profesional de verdad. Cuenta The Objective que se ha hecho madame aprovechando los contactos adquiridos en sus tres años vinculada a la élite socialista y a la trama de empresarios corruptos. Todo un ejemplo de mujer emprendedora, como le gustan al Ministerio de Igualdad que ya tarda en darle un premio a la Mujer del Año.

Las fiestas de Ábalos, la comidilla del PSOE

Junto a estos nombres más conocidos, José Luis y Koldo enseñaron su particular forma de ver el feminismo a unas cuantas prostitutas, estas sí, con todas las letras. Según los audios de la UCO, una rumana, amiga de Koldo de los tiempos del Rosalex, acabó enchufada en otra empresa pública, y unas cuantas iban y venían en autobuses para participar en supuestas fiestas en hoteles y paradores que, según algunos ex trabajadores, terminaban peor que las orgías de Led Zeppelin con sus groupies. Eso por no hablar del chalé que el ex ministro alquiló en plena pandemia cuya puerta daba al reputadísimo Milady Palace, lo que le permitió saltarse el confinamiento, pedir sal a las vecinas y deleitarse con los farolillos rojos de la decoración.

Ahora sabemos que el estilo de vida del tito Ábalos era conocido en el gobierno. Pero a Ketty Garat la pusieron de vuelta y media por publicarlo en The Objective en noviembre de 2021. Carmen Calvo ha reconocido que escuchó «rumores» de que el ministro se iba de putas y, según The Objective, dio la voz de alarma, eso sí, en petit comité. Otra feminista recalcitrante, entonces en el gobierno, nada menos que Irene Montero, también se lo tomaba con humor. Según ha contado Pablo Iglesias en un podcast, su mujer y él ironizaban de lo mucho que trabajaba el ministro de Transportes por la noche porque llegaba destrozado al Consejo de Ministros. Virtudes públicas, vicios privados… y monsergas moralistas para los demás. Nada nuevo bajo el sol de los políticos hipócritas de izquierdas.

La fontanera y la embarazada

Junto a estas chicas y (al menos) una de las tres ex mujeres de Ábalos también salpicada por los chanchullos del tipo que defendió a Pedro Sánchez en la moción de censura contra la corrupción, nos falta mencionar a un par de mujeres, socialistas de pro, que demuestran el nivel moral del partido: Leire Díez y Adriana Lastra. Técnicamente no son ningunas pilinguis, pero nos caen peor que todas las sobrinas y meretrices de Ábalos juntas que, a fin de cuentas, solo intentaron aprovechar la ola con forma de Torrente que se les echó encima.

La primera ha resultado ser una fontanera de las cloacas del PSOE, prometiendo tratos de favor con la Fiscalía a empresarios fugados de la justicia a cambio de material que se pudiera utilizar contra quienes investigan al presidente y su entorno. Lastra, ex portavoz parlamentaria del PSOE y vicesecretaria general del partido, resulta que fue acosada y presionada hasta el límite por Santos Cerdán hasta que, embarazada de seis meses, dimitió. Lo cuenta ahora, tres años después, aunque asegura que lo sabía todo el partido. El jefe la hace dimitir, preñada y agotada. La subalterna se calla, quizá porque, a cambio, le dan un alto cargo en Asturias (delegada del Gobierno) y el resto del partido no dice ni mu. Pero cuidado, que viene la ultraderecha antifeminista a pisotear los derechos de las mujeres.

‘La jefa’ Pardo de Vera

Nos queda la mejor. Isabel Pardo de Vera, por mucho que le pese a su hermana Ana, aparece en los audios de la UCO como «la jefa» y parece ser que participaba en los tejemanejes de la trama adjudicando contratos amañados y dejándose, además, babosear por Koldo, lo que tiene mucho mérito conociendo a la criatura. Cada día que pasa parece estar más implicada y la UCO ya ha registrado su casa en busca de nuevas pruebas.

La que fue considerada un referente feminista al convertirse en la primera mujer presidente de ADIF y que pasó luego a la Secretaría de Estado de Transportes, acabó discretamente metiéndose en la empresa privada (una de Florentino Pérez, por cierto) después de un fiasco con unos trenes que no cabían en los túneles y que habían costado 260 millones. Ahora podemos intuir por qué: tan preocupada que estaba con sus asuntillos, como para estar pendiente de esos dichosos trenes. ¿Que no cabían? Pues que los hubieran mojado para que encogieran.

Una historia en la que no falta ni una trans

A ese mismo partido que miraba a otro lado con las actitudes despóticas de Cerdán contra las mujeres que no le bailaban el agua y que conocía los rumores sobre la vida disoluta de Ábalos, no le quedó más remedio que ofenderse y llamar «vomitivos» a los audios de la UCO en los que el número tres del partido y su asesor hablaban de camelarse a la Ainara, la Ariatna, la colombiana nueva y la Carlota «que se enrolla que te cagas». De esas dos, The Objective asegura haber identificado a la Carlota, una influencer discípula de Llados que ha escrito el libro De camarera a millonaria en el que falta la mejor parte: cómo enrollarse que te cagas con un ministro corrupto. La otra, la colombiana nueva, se ha presentado ella solita en sociedad: Valeri Cuéllar, una prostituta trans que asegura haberlo dado todo con Ábalos.

Y él, que nunca ha negado que le relacionaran con ninguna de las otras mujeres por muy escorts que fueran, ha puesto el grito en el cielo con la prostituta trans a la que asegura no conocer de nada. Que una cosa es tener fama de ser el putero mayor del reino y otra insinuar que le van las colitas. «Lo que me faltaba es que me endosaran también una historia con este ser», tuiteó. Un mensaje precioso para lucirlo con letras luminosas en la carroza del PSOE ahora que llega la marcha del Orgullo.

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6 comentarios

  1. «La Carlota, se enrolla que te cagas»…..¿Frase que ha producido un auténtico «tsunami» entre las votantes «charos» de pedro el guapo? Saludos.

  2. Cuidado, cuidado (dígase con voz a lo José Mota)… No sé meta usted con Isabel Pardo de Vera que ya hemos visto las malas pulgas que tiene su hermanita Ana…
    Hay que reconocer que Abalos los tiene cuadrados: en el ojo del huracán, con la UCO pisándole los talones pudiéndose presentar en su casa en cualquier momento, no se le ocurre otra cosa que tener a una ex actriz porno para limpiarle la casa y pasear al perro. Vuelvo a Mota: ¡Cómo están las cabezas!

    1. Lo mejor es cuando le pide que se esconda el disco duro en las bragas en pleno registro. A Santiago Segura le va a costar superar eso cuando haga Torrente 6.

  3. Aquí hay pilinguis pa todos los gustos. Y mujeres que no son pilinguis y tienen muy poca vergüenza. Me llama la atención que hasta hace nada se sabía de ellas pero ninguna abría la boca y ahora salen todas contando sus intimidades. Y lo del muy feminista y socialista, que no le ha importado nada su fama de putero hasta que llegó el trans. Lo que más me molesta es que me sangren a impuestos para que ellos estén living la vida loca.

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