Mientras la Europa progresista contenía la respiración viendo como la pérfida ultraderecha subía como la espuma a pesar —o a causa— de la matraca mediática que la criminaliza y que cada vez cuela menos, en España las elecciones al Parlamento Europeo han dejado otros detalles no menos jugosos. Entre ellos, la irrupción de uno de los personajes más pintorescos que han dado las redes sociales: Alvise Pérez que, sin apenas cobertura mediática, ha obtenido 800.000 votos — casi uno por cada seguidor que tiene en Instagram— y tres diputados. Que un tipo con una ardilla de logo, sin programa electoral y que miente más que habla llegue tan alto puede escandalizar, pero también debería ser un escándalo que la gente vote masivamente a partidos que prometen lo que no cumplen, hacen lo contrario de lo que prometen y aparentan pelearse para luego pactar entre ellos. Y de eso nadie dice nada.
Cual cometa cruzando el firmamento de la posmodernidad progre, Alvise ha deslumbrado en las elecciones europeas demostrando que en Bruselas cabe de todo, desde Ruiz Mateos hasta Irene Montero pasando por Puigdemont. Azote de la corrupción y la partitocracia, según sus seguidores que son legión, un peligroso agitador ultra, según sus detractores que tampoco son pocos, nosotros lo consideramos más bien un producto de nuestro tiempo. Un vendemotos narcisista con gracejo sevillano y bastante fantasma, que ha encontrado un chollo entre los descontentos de la política que viven en las redes sociales, confunde el periodismo con el matonismo y que a veces oye campanas, otras directamente se las inventa y que, como un reloj parado, acierta dos veces al día.
El señor de las ardillas
El éxito de este andaluz de 34 años que empezó en Ciudadanos ha venido precedido de una inusitada atención mediática para un recién llegado a la arena política. Tezanos le situó en el CIS y Pedro Sánchez lo ha mencionado varias veces en sus mítines. Alvise ha pasado de ser ninguneado en los medios a salir por todas partes, lo que para algunos indica que es una especie de caballo de Troya que dividirá a la derecha y que, dicen, ya boicoteó las manifestaciones de Ferraz y las tractoradas de los agricultores. Ciertamente, para Vox, aunque no lo reconozcan, es un grano en el culo que les puede robar votantes. Lo que les faltaba ya para quedarse aún más descolgados de sus exultantes primos franceses, italianos y alemanes.
No pocos lo ven también como el nuevo coco que Sánchez va a usar para movilizar a la izquierda, acojonada ante un tipo que hace que Santiago Abascal a su lado parezca un tibio socialdemócrata. El PSOE tiene que renovar el fondo de armario de la ultraderecha y Alvise le viene muy bien, sobre todo teniendo en cuenta que el electorado socialista —que se emociona con una carta de Sánchez más falsa que una moneda de tres euros— no está tan alejado del fanatizado votante del analista sevillano.
Un poco de Alvise Pérez
Si viviéramos en una realidad paralela más sensata que esta, Luis Pérez Fernández triunfaría como relaciones públicas de una discoteca o como vendedor de crecepelos, pero aquí tenemos justo lo que este mundo polarizado que piensa poco se merece: a Alvise. Su trayectoria viral en las redes sociales reúne tal volumen de informaciones —algunas ciertas, otras imposibles de comprobar, la mayoría dudosas y poco éticas y no pocas unos bulos como la catedral de Burgos— que necesitaríamos otro Kaplan contra la censura para contarlas todas. Pero aquí tiene algunos de sus highlights:
- Cierran Telegram por él. Al juez Pedraz le dio hace nada por censurar Telegram. En plena paranoia conspirativa generalizada, Alvise lo convirtió en una campaña dirigida contra él. Ninguno de sus seguidores se planteó que cortar la red social a dieciocho millones de españoles solo para censurar a su líder tenía menos sentido que afiliarse a Sumar.
- El caballero oscuro de la pandemia. El confinamiento supuso su explosión en las redes. El gobierno nos encerró ilegalmente, nos obligó a llevar mascarillas y se pasó por el arco del triunfo los derechos de los ciudadanos empezando por los que no se vacunaron, a los que convirtió en unos apestados. Alvise se convirtió en el caballero oscuro de esos descontentos pero se le fue mucho la olla. Publicó una PCR falsa de Salvador Illa, algo que tuvo que admitir. Informó de que Manuela Carmena había recibido un respirador en su domicilio para no acudir a un hospital público. Aquello, además de falso, le supuso una querella de la ex alcaldesa de Madrid y una multa de 5.000 euros. Más tarde, también publicó en exclusiva el nombre de los miembros del comité de expertos del Gobierno para la desescalada, que resultó que nunca existieron.
- Asiduo a los tribunales. La peculiar forma de entender el periodismo de Alvise incluye acosar y difundir fotografías de políticos en su ámbito privado para dar a entender que la Ardilla todo lo ve, en una actitud más cercana a Vito Corleone que a Ryszard Kapuscinski. Óscar Puente y José Luis Ábalos, dos socialistas de pata negra como el Tito Berni, han sido sus víctimas favoritas. Los dos interpusieron denuncias, desestimadas en segunda instancia por el Supremo, una por estar amparada en la libertad de expresión y otra por un defecto de forma. Algo parecido le pasó con la señora del capo Ferreras, Ana Pastor, que, de una de las dos causas por las que se han enfrentado en los tribunales, aún le debe las costas de una apelación al Supremo. En este caso, el alto tribunal dictaminó que las opiniones de Alvise estaban amparadas por la libertad de expresión, independientemente de que fueran ciertas o no.
- Los audios fantasma de Podemos. Siguiendo su modus operandi habitual, Alvise anunció en 2021 una bomba que iba a hacer temblar Twitter. Resultaron ser unos audios sin identificar, supuestamente de Podemos, acusando a Pablo Iglesias de tener amantes y de hacer pagos en negro. Aquello no se comprobó jamás ni tuvo continuidad aunque se prometieron más de cien audios, pero consiguió su objetivo: que se difundiera en las redes y en los digitales menos éticos de la fachosfera.
- Alvise matamoros pero poco. En 2022, el controvertido analista anunció que iba a quemar una réplica de una media luna de una falla que sus mojigatos diseñadores no quisieron hacer para no ofender al mundo islámico. Las redes ardieron y el propio Alvise se dio un baño de multitudes en Valencia. ¡Alvise y cierra España, infieles, no nos detendrán! La réplica finalmente se quemó, sí, pero en una playa solitaria, de noche y sin público, lejos de las multas y de las iras islámicas.
- El rey de las «exclusivas». Una de sus especialidades es adelantarse a los medios publicando lo que otros, aparentemente, no quieren publicar. Aunque no pocas veces lo que hace es apropiarse de lo que ve en las redes o en otros digitales, sin confirmar su veracidad, por lo que a menudo patina de lo lindo. Difundió el nombre y la imagen de un inocente asegurando que era uno de los arrestados por el asesinato de dos guardias civiles. El tipo sufrió amenazas de muerte sin comérselo ni bebérselo y ha presentado una denuncia en los tribunales. Otra más para la colección de Alvise.
- Miente que algo queda. El sumo sacerdote de las ardillas se inventó un apuñalamiento de un árabe a un español en el Metro de Madrid al grito de «¡Alá es grande!» desmentido por la propia policía. En uno de sus bulos más sonados, difundió que un joven desaparecido en Sevilla fue asesinado por un grupo de gitanos... unas horas antes de que encontraran su cadáver entre dos vagones electrocutado por la catenaria de un tren.
- Unos audios que harán temblar España… cuando alguien los escuche. Dicen que Villarejo o un algún contacto en el CNI, con quien le relacionan bien, le pasó cientos de horas de audios confidenciales. Alvise los publicó en bruto en su canal para todo aquel que quisiera descargarlos dedicándole unos cuantos meses a jornada completa para transcribirlos y analizarlos, algo que el gran investigador de Alvise no se ha molestado en hacer. Pero cuando algún medio ha publicado algo relacionado con esos audios, aunque la información proviniera de otra fuente, Alvise se ha atribuido el mérito porque él lo publicó primero. Y pobre del que le lleve la contraria.
- Vito Quiles en busca y captura. Una jueza ordenó detener al periodista Vito Quiles, colaborador y miembro de la candidatura de Alvise. Este escribió en su reino de Telegram que exigía que la jueza reconociera que se trataba de un error y que solo quería saber su paradero o publicaría algo sobre sobornos. La jueza rectificó diciendo exactamente lo que había pedido Alvise. «Los tienes cogidos por los huevos», «Qué máquina, cárgatelos», «Hostia puta, vaya fenómeno», «Jueza corrupta a la cárcel», «Se han hecho kakita» son algunos de los mil y pico comentarios de los alvisianos. Cualquiera les dice que el mensaje de Alvise se publicó un cuarto de hora después de la rectificación de la jueza.
Este resumen apenas refleja el historial de Alvise, pero es suficiente para que cualquier persona que no sea un talibán ponga en cuarentena sus informaciones, como hay que hacer cada vez que se estrena una película de terror y la crítica especializada asegura que es lo más terrorífico del año. Pero ninguna de sus ardillas hará tal cosa. Como consideran que los medios de comunicación son mafia, mienten y distorsionan la realidad solo se fían de su gurú, autoproclamado mártir de la verdad y víctima de los poderes en la sombra. Todo esto le puede sonar al Palmar de Troya pero no se engañe: los seguidores del papa Clemente eran mucho más abiertos de mente.
El sueldo Nescafé de Alvise
Aunque no tiene un programa electoral al uso, Alvise sí ha hecho algunas promesas dignas de su leyenda, como copiarle a Bukele la idea de una macrocárcel en la que quiere encerrar a inmigrantes delincuentes, políticos corruptos y Felipe VI como siga firmando amnistías. También ha propuesto rifar sus emolumentos comunitarios —una burrada: 480.000 euros en cinco años sin contar las dietas y desplazamientos que pueden sumar otro medio millón— superando el populismo de aquel no más de tres salarios base de Podemos con una nueva versión del sueldo Nescafé. «Antes me corto la yugular que cobrar un solo euro público. No somos parásitos», ha asegurado el propio Alvise. Y por supuesto sus seguidores, que se creerían que la Tierra es plana si se lo jurara el amado líder, han aplaudido. Eso sí, algún impaciente ya le ha preguntado que cuándo empieza el sorteo.
Ver como no puede cumplir su promesa, por culpa de la mafia europea va a ser un espectáculo. Y más divertido será ver cómo lo encajarán sus acólitos cuando se tengan que tragar ese sapo. Pero no adelantemos acontecimientos. De momento, Alvise está living a celebration como cantaba Rosa de España, sabiendo que va a poder seguir disparando todo tipo de afirmaciones, ahora con inmunidad parlamentaria, y elevando la apuesta hasta niveles jamás alcanzados por ardilla alguna. Hasta que se acabe la fiesta.
Pues tengo que reconocer que, aunque el tipo me parece un charlatán y un fantasma, le ha salido la jugada redonda. Eso sí, estoy segura de que en nada aparecerán los «arrepentidos» de Alvise. Que mire Podemos el furor que causó y mire cómo están ahora. Se ha colocado la Montero pero no levantan cabeza.
A Irene Montero y a Rita Maestre les ha tocado la lotería. Cinco años en Europa cobrando un dineral sin hacer nada y regalando titulares feministas a medios que tienen que llenar espacio como sea. Un chollo con perspectiva de género. Lo de Sumar es aún peor. Ahora mismo tienen más ministros que eurodiputados.
Alvise difundió el vídeo de la Jenny en el autobús y el cachondeo consiguiente por el beso. Siempre me pregunté cómo llegó hasta él. ¿Había alguna ardilla en ese autobús?
Parece ser que el vídeo lo filtró Rubiales o alguien de su entorno. Lo publicaron casi a la vez El Español y Alvise que se atribuyó la exclusiva como hace siempre. Para salir de dudas habría que cotejar las fechas de las dos informaciones, aunque está claro que la difusión que consiguió Alvise no la conseguiría Pedro J. ni aunque saliera en otro vídeo con el corpiño puesto.
El tiempo hablará por si solo. Esta claro que el problema que tenemos es la PPSOE, hasta que eso no cambie seremos esclavos del sistema que se han montado. Gracias por tu reflexión. Vote a Alvise siendo abstencionista de toda la vida. Me gusta valorar diferentes opiniones.
Para eso estamos, para ofrecer puntos de vista que no se suelen ver demasiado, y siempre con la máxima de no hacer prisioneros. Muchas gracias por tus palabras, Pit.
Por cierto. Una noticia sobre los resultados llamativos de las elecciones? JUNTS, juntas electorales, INDRA…. Un saludo. Gracias por tu trabajo