Irene Montero Falcon

En junio del año 2022, el feminismo dio un paso de gigante tras el viaje de la ministra de Igualdad de España, Irene Montero, y tres compañeras del ministerio a Estados Unidos. El país estaba convulsionado por la derogación estatal del derecho a abortar y vivía momentos de zozobra a incertidumbre. La presencia de estas cuatro valientes políticas supuso un gran apoyo moral. Y no solo eso. Fue la chispa que prendió el alma revolucionaria de las mujeres progresistas norteamericanas. Da igual que nadie allí se enterara del viaje. La sororidad sigue sus propios e inescrutables caminos, fluye libre como la Fuerza o el peluquín de Luis María Ansón. Esta es la crónica de ese apasionante viaje feminista narrada por una de sus protagonistas.

27 de junio: El feminismo nos necesita

Mañana nos vamos a Estados Unidos para salvar el feminismo, que después de la fascistada de la Corte Suprema con el aborto necesita el apoyo de los mejores. O sea, de nosotras que tanto bien estamos haciendo en España donde, gracias al Ministerio de Igualdad, las mujeres están alcanzando hitos nunca vistos como saber expresar por fin el consentimiento sexual, no usar el color rosa opresor y secuestrar niños para que luego las indultemos. Hasta los hombres que quieran ser mujer lo tienen más fácil que nunca. Somos la leche.

En principio, nos íbamos solo mi jefa Irene, su amigui la Pam, que para algo la nombró secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, y yo. Pero Isa Serra se ha apuntado a última hora. Que ya que está enchufada en el ministerio, pues que también quiere aprovechar. Vale que está condenada a 19 meses de cárcel por agredir a una mujer policía en un desahucio pero, como bien ha dicho Irene, ninguna ley patriarcal puede impedir que una mujer feminista viaje libre por el mundo.

28 de junio: ¡Nos vamos en el Falcon!

Estaba a punto de pedir cuatro billetes en clase turista, porque tenía entendido que Podemos siempre viaja en clase turista, cuando Irene me ha dicho que no. «¿Entonces business como la casta?», le he preguntado. «Mucho mejor, aguántame el cubata», ha sonreído con esa mirada de pilla que se le pone cuando llama maltratadores a hombres inocentes.

Qué fiera mi jefa. Le ha pedido el Falcon a Pedro, que está a lo suyo, todo cachondo con la cumbre de la OTAN. Qué es eso de juntarse con la plebe en un vuelo regular, que nosotras somos políticas feministas y tenemos más derechos que nadie y, además, los aviones están llenos de hombres opresores que nos pueden violar con la mirada. Es verdad que queda raro ir de ecosostenible y contaminar a saco con el Falcon, pero también lo hacen los políticos que acuden en aviones privados a las cumbres climáticas. Y Javier Bardem cuando viaja para largar sus tostones ecológicos. Cabalgando contradicciones, que diría nuestro amado ex líder.

29 de junio: New York, New York…

Como vamos en avión privado, Isa ya no tiene que declarar sus antecedentes penales al llegar y así puede entrar sin problemas en Estados Unidos. Estamos todes tan contentas y empoderadas que íbamos a subir a Tik Tok un vídeo en el Falcon cantando

Start spreading the news
I’m leaving today
I want to be a part of it
New York, New York…

Pero la azafata nos ha convencido de que tal vez no sería muy buena idea por eso de mantener una imagen de prudencia y sentido común. ¿Prudencia y sentido común en Podemos? Menudo ataque de risa nos ha entrado.

29 de junio: ¿Quién es esta gente con la que hemos quedado?

Estamos mirando en la wikipedia quiénes son con los que nos vamos a reunir. Resulta que para disimular hemos preparado una agenda oficial, que parezca que esto es algo serio. Menos mal que Estados Unidos también está lleno de chiringuitos. Como todos los importantes estaban pillados, nos ha quedado poco para elegir. Andrea Gillespie, abogada de políticas internacionales de algo que se llama Human Rights Committee y activistas como Emily Kadar o Maria Sjodin, directora de OutRight Action International, que suena potente. La tal Gillespie tiene 200 seguidores en Twitter, Kadar tiene 1.200 y Maria Sjodin, 372. Estas son de las que cortan la pana, seguro.

29 de junio: Selfis contra el Patriarcado

Nadie podrá decir que las mujeres de Podemos no somos importantes, que todo lo hemos conseguido arrodillándonos delante del macho alfa. Hemos entrado a lo grande en la Casa Blanca. En realidad, no las teníamos todas consigo y nos íbamos a colar con un grupo de turistas chinos, pero al final no ha hecho falta. Nos ha recibido el asistente y director adjunto del Presidente para la Justicia Racial y la Equidad, que tiene pinta de ser un cargo tan inútil como los nuestros del ministerio. Le hemos dicho que estamos muy preocupadas por el retroceso de los derechos reproductivos de las mujeres norteamericanas y que cuenten con nuestro apoyo para impulsar el aborto. Nos ha mirado con los ojos abiertos como platos y nos ha dicho que sí, que pensarán en nosotras y que si eso ya nos mandará un whatsapp.

Nos hemos hecho una foto a la salida de la Casa Blanca decorada con la bandera norteamericana. Así es como se derriba el Patriarcado: con selfis de género. Habíamos convocado a los medios pero solo ha acudido Televisión Española. A Ayuso al menos le fue Telemadrid y Ok Diario. A nosotros nos han fallado todos. Regálale un digital a Dina Bousselham para esto.


Jo, tía. Qué resaca. Estuvimos en la recepción de la Organización de los Estados Americanos. Aguantamos en aquel coñazo una hora. Luego nos fuimos de copas empoderadoras y acabamos dándolo todo en la disco para volver solas y borrachas al hotel. Un par de tíos nos dijeron que se iban al baño a refrescarse y que nos esperaban allí. ¡A nosotras con ese cuento! Nos miramos con sorora complicidad y sonreímos recordando viejos tiempos.

30 de junio: Washington es machirula

Nuestro análisis con perspectiva de género nos lleva a concluir que Washington es una ciudad patriarcal y supremacista que necesita serios correctivos. Tiene ese gran pene blanco del Monumento a Washington y la estatua de Lincoln haciendo manspreading sentado con las piernas abiertas. Seguimos con nuestro plan de derribar el Patriarcado a base de selfis y nos hacemos uno delante del falo-obelisco que causa furor en las redes españolas, aunque recibimos mucho hate. Sin duda, proveniente de la ultraderecha que siente rabia de ver cómo cuatro mujeres se pegan un viaje gratis total a costa del erario público en mitad de una inflación galopante y con media España apretándose el cinturón.

Me dice Irene que en vez de «se pegan un viaje gratis total» ponga «impulsan la agenda feminista», que queda mejor. Y que lo de la inflación mejor no recordarlo ahora. Ya si eso cuando gobierne la derecha les montamos una manifestación y una huelga que se van a cagar.

30 junio: Isa la lía con una poli en Times Square

La que ha armado Isa Serra. Salíamos de cenar y tomarnos unas copas por Times Square cuando ha visto a una mujer policía poniendo una multa a nuestro coche oficial que nos estaba esperando. Se le ha lanzado encima diciéndole «¡eres una cocainómana, mala madre, hija de puta!». Y la Pam la ha llamado también «puta coja» porque decía que se parecía a no sé quién de Podemos en Galicia.

Menos mal que se lo han dicho en español y la yanqui no se ha enterado, que si no acabamos en el trullo esta noche, como cualquier tipo denunciado por violencia de género aunque sea inocente. Ya dije yo que llevarnos a Isa Serra de viaje feminista no era buena idea. Pero, claro, era ella o Beatriz Gimeno, que si la ven en el Empire State igual la confunden con King Kong.

1 de julio: «Groupies» de Gloria Steinem

Hoy hemos visitado a la directora de ONU mujeres. Nos ha dicho que España es «pionera en igualdad de género» y casi nos corremos del gusto. Que la madre de todos los chiringuitos feministas cuya misandria es de sobra conocida nos ponga como ejemplo es motivo de orgullo. Vamos por buen camino.

El viaje ha continuado en la casa de la histórica feminista Gloria Steinem a la que hace nada le dimos el Princesa de Asturias. Nos ha cacheado antes de entrar recordando su época al servicio de la CIA, cuando recababa información sobre disidentes mientras hablaba de feminismo. Nos hemos sentido groupies totales. A mí me ha firmado un ejemplar de su libro «Mi vida en la carretera» y a Pablo Iglesias, que también es muy fan, uno de Playboy. La dedicatoria le va a encantar: «De una ex conejita a un ex coletas. Azótame hasta sangrar».

1 de julio: Los aliades nos defienden

Nos cuentan que la ultraderecha española sigue despotricando de nuestro viaje tan necesario para mejorar la vida de las mujeres. Porque está claro que cualquiera que cuestione a una feminista tiene que ser un misógino de extrema derecha. Y no estar de acuerdo con nuestro trascendental viaje es, en las inspiradas palabras de Isa Serra, «violencia política contra las mujeres feministas». 

Menos mal que contamos con gente como Gabriel Rufián que nos apoya y que nos ha llamado «expertas en género». Qué cachondo el Rufi. Cuando volvamos le daremos una galletita. James Rhodes, ese pianista que nadie conoce por tocar el piano, nos ha llamado «mujeres exitosas y trabajadoras». ¡Trabajadoras! A ese le daremos el paquete entero de galletas.

También nos han reprochado los 95.000 euros de nada que costó volar en el Falcon. Ahí nos ha echado un capote la amigui Ana Pardo de Vera, ex directora de Público y experta en charcos progres, diciendo que es más barato usar un Falcon del ejército que pagar cuatro billetes en un avión regular. Con dos ovarios y sin pestañear. Una pena que al final no la pudiéramos enchufar como directora de Radio Televisión Española. Era perfecta para el cargo.

2 de julio: Misión cumplida

Ya de vuelta del viaje, con la satisfacción del trabajo feminista bien hecho. Nuestros modestos jornales que suman entre las cuatro más de trescientos mil euros al año están más que justificados. Hemos mantenido encuentros y realizado alianzas con asociaciones y activistas de tercera clase que no van a servir para nada ni le interesan a nadie. ¿Pero no funciona así la alta política? Si los señoros de la OTAN se gastan millones de sus contribuyentes en sus paripés (solo la delegación de Estados Unidos en Madrid estaba formada por más de mil personas), ¿por qué no lo podemos hacer nosotras? Reivindicamos la igualdad plena de ser unas políticas tan inútiles y despilfarradoras como los hombres. O incluso más, que por algo somos de Podemos.

A ver si el año que viene nos vamos a impulsar la agenda feminista a la Riviera Maya.

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6 comentarios

  1. Buenísimo. ?? Y no dudo ni por un momento que la realidad haya sido así, han ido para nada de provecho. Cualquiera que haya visto las fotos pensaría que son cuatro amiguis de vacaciones. Ay, que mal han envejecido sus propósitos de partido nuevo en cuanto han tocado poder.

    1. La nueva política se ha hecho vieja en tiempo récord. Me alegro de que lo haya disfrutado, Merce. Hay esperpentos que se cuentan mejor tirando de humor 😉

  2. Jajaja, una muestra de las personas que viven del discurso y del erario público, una muestra de lo que es la «política» actual. ¿Enserio que hay un político de apellido Rufián?.

    1. Tal como lo oye. Es un político de un partido independentista catalán (en realidad, un partido que vive del cuento del independentismo) que dejó un trabajo normal y corriente para meterse en política, donde llegó a decir que se iría en 18 meses. Y lleva siete años. Es más conocido por su actividad en Twitter que por su actividad política, así que imagine el nivel.

  3. Jajajaja qué inteligentes, agudas y sarcásticas sus columnas, a la vez que realistas y deja en ridículo a tantos colectivos progre.

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