Israel Eurovisión

(Des)unidos por la música

Eurovisión vuelve a Kaplan contra la censura por cuarta vez en dos años. A nosotros no nos mire. Qué culpa tenemos de que esta horterada se convierta cada año en la cita perfecta para el postureo y la hiperventilación progre, empeñados en liarla aunque terminen con el culo más al aire que los bailarines de Nebulossa. Pero en esta edición el ridículo que ha acabado haciendo la canción Zorra, a

Telegram censura

El juez Pedraz se lía con Telegram

Parecía que esta vez sí, que era el inicio del apocalipsis pero finalmente se ha quedado en el enésimo sainete que pasa a la velocidad del rayo hasta la siguiente polémica cataclísmica. Aun así, el cierre interruptus de Telegram es digno de figurar en nuestras analectas posmodernas. Y todo gracias a la decisión del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz de suspender Telegram, lo que nos situó de la

Mascletà Almeida

El caso del pato muerto

Desde que se mudó a Madrid huyendo del Brexit jamás le había visto tan apático. Yo sabía que detrás de aquella expresión ensimismada, sentado frente a la ventana, el gran Sherlock Holmes se aburría mortalmente. Su última investigación la había resuelto con pasmosa rapidez. ¿Por qué en las elecciones gallegas Yolanda Díaz había quedado la cuarta en su municipio natal? Solo la votaron 300 personas. «Elemental, querido Watson», me dijo

Zorra Eurovisión

Las feministas son unas zorras (o eso dicen)

Quién iba a suponer que el festival de Eurovisión y su previa de Aliexpress, el Benidorm Fest, iban a ser epicentro de las batallas culturales y munición para Kaplan contra la censura. Sucedió hace dos años con Chanel, su SloMo y su culo y se ha repetido este año con el dúo alicantino Nebulossa y Zorra. Quizá es una señal del destino: la intensidad con la que batallamos por el

Entrevista Sofía Vergara

Sofía Vergara contra Pablo Motos

Los protagonistas de esta apasionante historia son una actriz y un presentador de televisión. Sofía Vergara y Pablo Motos. La promoción de la serie Griselda unió sus caminos en El Hormiguero durante media hora. Lo que nadie se esperaba es que de aquella entrevista saliera lo que parecía la humillación definitiva del presentador más odiado de la izquierda y que se acabara convirtiendo en el primer esperpento progre del año.

Jenni Hermoso

¿Qué pasa con el fútbol femenino?

Hay que remontarse a 1988 para encontrar la única ocasión en que un equipo de fútbol masculino de élite se rebelara en España. Fueron los jugadores del Barcelona en el motín del Hesperia, donde denunciaron un trato humillante del entonces presidente, José Luis Núñez, atreviéndose a sugerir su dimisión. En el fútbol femenino ya llevan una huelga contra la Liga y han montado la de Dios es Cristo contra la

Jenny Hermoso mentirosa

El beso de Rubiales

Desde el beso de Judas no ha habido otro que la haya liado más gorda. El beso de Rubiales ha provocado un escándalo mundial hasta niveles insospechados y ha borrado de un plumazo el mayor éxito del fútbol femenino en España. Ya nadie habla de la copa del mundo ni de los golazos de Salma Paralluelo y Olga Carmona. Lo que podría haber sido el gran espaldarazo del fútbol femenino

Premios Feroz

Los feroces Feroz

La matrix del relato globalista es buena pero no perfecta. Hace lo que puede por mantener la narrativa oficial de buenos y villanos pero de vez en cuando se producen desajustes que nos enseñan que el mundo es mucho más complejo que ese que nos presenta la izquierda buenista. La vida se abre camino, que dirían en Parque jurásico. Estos últimos días lo hemos visto dos veces. Uno con el

Solo sí es sí y dos huevos duros

El Ministerio de Igualdad es un habitual en Kaplan contra la censura. Nunca decepcionan. Y de un tiempo a esta parte, a medida que se acaba la legislatura, las chicas de Irene Montero están que se salen. Su amigui y mano derecha, Ángela Rodríguez Pam, lo expresó muy gráficamente cuando dijo que, como no sabían cuánto durarían en el Gobierno, tenían «diarrea legislativa». Y vive Dios que acertó plenamente con

Polemica colegio mayor

Apocalipsis machista en el Elías Ahuja

Caía el día en la pequeña isla caribeña de Patriarcado, manchando el atardecer de nubes rojas y gualdas, lo que ponía nostálgica a aquella silueta que se recortaba contra la playa. Se iba a retirar ya a su mansión cuando la criada mulata le entregó un sobre. Las cartas eran la única forma de contactar con él desde que se retiró de las redes sociales y convirtió el teléfono móvil