Tour de La Manada

En 2018, Anónimo García creó un falso tour de La Manada para dejar en evidencia el sensacionalismo de los medios. Pero estos, sintiéndose señalados, no quisieron verle la parte irónica y se lo tomaron como algo real. Cuando llegó a oídos de unos abogados que representaban a la chica de La Manada, Anónimo se enfrentó a un surrealista juicio, azuzado por los medios, que acabó perdiendo, condenado por «trato degradante» a la víctima. Lo despidieron de su trabajo, la muy humanitaria Greenpeace, se gastó una pasta en recursos, perdió amigos y ganó oportunistas enemigos que lo machacaron. El hombre afable y socarrón, de izquierdas y feminista convencido, comprobó en sus carnes que la izquierda y el feminismo podían ser más temibles que una fontanera del PSOE haciendo reportajes de investigación.

El escritor y la magistrada

En esta historia, que apuntaba a desastre, el creador de Homo Velamine tuvo la suerte de que se cruzaran dos personas en su camino: un escritor murciano y una catedrática de Derecho Constitucional catalana. Juan Soto Ivars y Laura Díez Bueso. El primero escribió Nadie se va a reír que recorre la historia de este juicio a la ironía. Es imposible leerlo y no darse cuenta de la gran injusticia cometida con Anónimo García. El libro hizo, como el mismo Anónimo ha comentado, «que hubiera otra versión, que no fuera yo contra el mundo». No sabemos si Soto Ivars acudirá a la Feria del Libro que empieza ahora pero si es así esperamos que arrase y firme ejemplares de Nadie se va a reír hasta que tenga calambres en la mano. Esta victoria también es suya.

La segunda persona que se cruzó con Anónimo en este punto de la historia es la magistrada del Tribunal Constitucional que redactó la sentencia de amparo que acabaron votando por unanimidad todos los magistrados, anulando la condena. Procedente de la Universitat de Barcelona, Laura Díez fue elegida, no sin polémica al proceder de la órbita del PSC, en un momento en el que los socialistas asaltaban y colonizaban el Constitucional. Pero antes de eso ya había desarrollado una amplia carrera docente e institucional y entre los temas que le preocupan se encuentra la libertad de expresión, como atestigua este artículo académico sobre la libertad de expresión en las redes sociales. No nos extrañaría nada que fuera lectora de Soto Ivars y que tuviera sus libros en la estantería.

Un amparo demoledor

La sentencia del Constitucional corrige al Juzgado de lo Penal Nº 1 de Pamplona, a la Audiencia de Navarra y al Supremo, que no admitió el recurso. El juzgado de Pamplona impuso a Anónimo una sanción de 15.000 euros y un año y medio de prisión más 12.000 euros en costas, ratificada por las otras instancias judiciales. El TC ha aceptado el recurso de amparo, adelantado en un comunicado de tres demoledoras páginas que deja a la jueza que condenó a Anónimo García, María Alemán, a la altura del betún.

El TC considera que se vulneró la libertad de expresión y de creación artística de Anónimo ya que no se tuvo en cuenta el contexto que dejaba muy claro que no había intención de humillar a nadie. La finalidad de la web (criticar a los medios de comunicación sin apenas menciones a la víctima), su rápido desmentido (a los tres días), que era una sátira (ampliamente reconocida como creación artística) y la propia trayectoria del condenado en Homo Velamine (usando el absurdo para realizar crítica social) debían de haberse tenido en cuenta. Por el motivo que sea, y se nos ocurren muchos, ninguno bueno, no lo hicieron.

Aunque alguien pueda entender el falso Tour de La Manada de mal gusto o falto de sensibilidad, el TC se cita a sí mismo y aclara que «el buen gusto o la calidad literaria no constituyen límites constitucionales a (la libertad de expresión) (…) aunque su ejercicio pueda molestar, inquietar o disgustar (…) ya que constituye el fundamento de una sociedad democrática». Purito sentido común. No abrazamos a Laura Díez porque igual nos demandaría por acoso.

El cuarto poder, retratado

La victoria de Anónimo García, al que nadie va a devolver los más de 30.000 euros que se ha gastado ni los seis años de su vida destrozados por unos abogados espabilados, una jueza que se arrima a la ideología que más calienta y una denunciante a la que también hay que responsabilizar por mucha víctima de La Manada que sea, ha acabado en las páginas de los medios, los mismos que en su momento le crucificaron o no quisieron investigar qué era realmente el Tour de La Manada, demostrando que el Cuarto Poder puede soplar a favor o en contra. Una moneda al aire en la que si sale cara se informa y si sale cruz se desinforma o manipula sin ningún rubor.

El propio Anónimo ha recopilado algunas de estas reacciones periodísticas a posteriori al tiempo que ha recordado el papelón que los plumillas hicieron hace varios años. Una hemeroteca de la infamia que ajusta cuentas con los garantes de la información veraz en la que no se salva casi nadie. Especialmente sangrante resulta ver a medios de izquierdas (La Sexta, Público, El Salto, CTXT) y organismos de tanto relumbre como Amnistía Internacional desinformando o poniéndose de perfil con este tema, más teniendo en cuenta que dos meses después del escándalo del Tour de La Manada se produjo la condena al rapero Pablo Hasel que movilizó, ahora sí, a toda la izquierda en una acalorada defensa de la libertad de expresión.

Algunos de estos medios han informado, no les ha quedado otra, de la sentencia del Tribunal Constitucional, otros se han hecho los locos. El País ha dado una de cal, «El Tribunal Constitucional corrige una infamia», y otra de arena, «Depardieu y la risa». En esta columna se advierte de la «sátira de los opresores» y, aunque se alegra de la corrección de «un abuso miope» lamenta que esta defensa de la libertad de expresión «se haga desde el marco maniqueo de una supuesta marea de corrección inquisitiva generada por la literalidad, el moralismo y, entre líneas, el movimiento #MeToo». Vamos, que mucho ojito con la sátira y la libertad de expresión, que las carga el Patriarcado.

Anónimo García y Soto Ivars se la sacan

Pero en estos momentos eso es casi lo de menos. Ver a Anónimo García y Soto Ivars entrevistados en la SER, orgullosos y felices del logro conseguido, bien merece pasar por el circo. Solo les faltó fumarse el puro de la victoria y echarle el humo a la cara a Carles Francino entre respuesta y respuesta.

Mejor aún fue su paso por «Espejo Público», de Antena 3. Susanna Griso contactó en directo con Teresa Hermida, abogada de la denunciante. Con cara de pocos amigos, la letrada se quejó de la sentencia del Constitucional, dijo que no entendía que la libertad de expresión no tuviera límites y se negó a debatir con Anónimo García con el que, a su pesar —como dijo visiblemente molesta— la realización le hizo compartir plano. Por si le faltara emoción a este momento televisivo, también tuvo un cameo Carla Galeote que se lo miraba todo con cara seria. Y se entiende. La activista es consciente de que el TC le ha echado un jarro de agua fría a la causa feminista, entendida esta como un rodillo que impone su versión del relato y sobre el que no cabe discrepancia alguna.

La sentencia del TC es «abominable» y «machista»

Teresa Hermida aprovechó para anunciar que la cosa no quedaría aquí, y que su defendida estaba dispuesta a llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos y al Comité de Derechos Humanos de la ONU si hacía falta. El otro abogado de la chica, Nicolás González-Cuéllar Serrano, ha ido más allá. En una entrevista considera «abominable» y «machista» la sentencia del Constitucional. También habla de que hay que limitar la libertad de expresión y considera que se han vulnerado los derechos fundamentales de su clienta. Para él es un claro ejemplo de «violencia institucional» revictimizar a la joven que, según él, «está destrozada».

Que no es que queramos ser mal pensados pero igual los que la han destrozado han sido sus abogados metiéndola en este berenjenal. En cualquier caso, esa imagen de las víctimas tallada en mármol como mártires dolorosas de por vida, hipersensibles eternas a todo lo que les recuerde su trauma y que solo se les pasa previo paso por caja, es bastante cuestionable. Irene Villa podría darles unas cuantas lecciones de cómo se gestionan este tipo de situaciones.

La victoria del ultrarracionalismo

En un diabólico crossover, el abogado González-Cuellar ha relacionado a la ponente de la sentencia de amparo con Pedro Sánchez y con la politización del TC, cosa que, por otro lado, es cierta desde la llegada de Conde-Rodilleras-Pumpido, apelando a los críticos del gobierno para empatizar con su clienta. Es un giro inesperado de los acontecimientos: un tema bandera de la izquierda busca argumentos en la trinchera de enfrente haciendo chirriar a la propia. Es de suponer que tendrá también algo que ver que la Ley del Solo sí es sí (que se impulsó, por cierto, gracias a la sentencia de La Manada) haya salido rana y ya sean dos de aquellos condenados por violación los que se hayan beneficiado de las reducciones de condena. Eso que, según Irene Montero, jamás iba a suceder y que si ha acabado sucediendo es por culpa de los jueces que son muy machistas.

Este extraño totum revolutum que mezcla churras con merinas ha desconcertado a algunos medios progres que no saben bien por dónde tirar. Para enmarcar es el artículo de El diario.es «El Constitucional refuerza la protección de artistas y humoristas ante procesos judiciales abiertos por querellas ultras». El texto pone de ejemplos a Quequé por sus coñas de volar el Valle de los Caídos, a César Strawberry (también absuelto por el TC) por reírse de Carrero Blanco… y a Anónimo García por el Tour de La Manada. El diario de Nacho Escolar acaba de meter en el saco de los ultras a la víctima de La Manada, a sus abogados, al Instituto Navarro para la Igualdad y a la jueza feminista que condenó a Anónimo. Si esto no es la victoria definitiva del ultrarracionalismo que venga Homo Velamine y lo vea.

RECIBA LAS NOVEDADES DE KAPLAN CONTRA LA CENSURA

No hacemos spam. Lea nuestra política de privacidad para obtener más información.

6 comentarios

  1. El video de La Sexta que enlaza me parece una de las mayores canalladas jamás emitida por cualquier cadena televisiva. No había visto o no recordaba haber visto esos repugnantes minutos

    1. Ese momento en que le pregunta Mamen Mendizábal «¿Ese tour se llegó a poner en marcha, alguien se apuntó a esto?» , y le contesta Rendueles: «Hubo 80.000 personas que lo vieron» es el summum de la miseria periodística. Lo que los medios han hecho con este señor no tiene nombre.

  2. Me enteré de este caso a raíz del otro artículo. Menos mal que aún hay gente que busca la justicia. Y ahora, ¿quién le devuelve a esta persona todo lo que ha perdido? Al final tenía razón con lo del sensacionalismo de los medios. Y lo peor es que todo sigue igual en la prensa.

    1. La prensa, el periodismo en general, viven uno de sus peores momentos. Solo tiene que ver las encarnizadas guerras de trincheras que vivimos o la figura del periodista activista tan de moda ahora. Los medios más neutrales y con voluntad de ser rigurosos que hay ahora mismo son las IA, que al menos disimulan mejor los sesgos de sus programadores. Con eso se lo digo todo.

  3. La mayoría de los periodistas funcionan como jefes de prensa de la voz de su amo, deberían llevar el carnet del partido colgado del cuello, serían más dignos, a cada perro su collar.

    1. En el periodismo deportivo existe la expresión «periodista de bufanda» para definir a esos profesionales fanatizados a los que les pierden los colores de su equipo y que se pasan la objetividad por el arco del triunfo. Incluso ellos son más dignos que muchos periodistas serios que van de objetivos y buscadores de la verdad y que no son más que perros con collar, como bien dice usted.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.