Cine feminazi

Teniendo en cuenta que Google visibiliza poco los resultados que contengan la palabra «feminazi», tiene mérito si usted ha llegado hasta aquí desde las páginas del buscador más utilizado del mundo, y más aún siendo la tercera parte de un artículo dedicado a las joyas del cine feminazi. Pero sea como sea ahí está, leyéndolo, quién sabe en qué momento del futuro, meses o quizá años después de que este humilde bloguero lo escribiera como prueba de que, en medio del discurso único del globalismo buenista, que no bueno, aún existían voces disidentes.

Y sin más preámbulos, tras la apoteósica segunda parte, aquí le presentamos el desenlace con tres obras maestras imperecederas, tres monumentos a la corrección política y al feminismo, tres visionarias aportaciones a la Historia del Cine con mayúsculas que nos anticipan un precioso horizonte morado. Que san John Ford nos coja confesados.

Aves de presa (y el fantabuloso hostión de Harley Quinn)

En Escuadrón suicida (2016), Harley Quinn (Margot Robbie) se comía a todo el reparto masculino sin necesidad de presumir de feminista: era salvaje, divertida, alocada y sexy. Cuatro años después, Harley vuelve como protagonista absoluta de Aves de presa pero ya no es sexy, no sea que los hombres al verla en shorts cometan violaciones en masa. Y aunque ella sigue siendo divertida y alocada, está al servicio de una historia llena de sororidad Girl Power con TODOS los hombres encarnando personajes negativos para que quede clara lo tóxica que es la masculinidad.

Calificada por algunos como «la película más feminista del cine de superhéroes», la directora Cathy Yan y toda la crítica woke que la consideraba una maravilla acabaron viviendo un revival del «incomprensible» fracaso de Los ángeles de Charlie, repitiéndose las críticas a los hombres por no apoyar esta obra adelantada a su tiempo que deberían haber ido a ver en masa aunque les pusieran a parir.

El detalle opresor

El título original era aún más feminista si cabe: Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn), aunque lo cambiaron ya estrenada cuando empezó a pinchar en taquilla. Su recaudación final fue de 200 millones de dólares, cubriendo justito el rodaje y la inversión publicitaria, muy por debajo —Escuadrón suicida recaudó 745 millones— de lo que se esperaba de una película destinada a marcar un antes y un después en la lucha contra el Patriarcado. De todos los momentos sonrojantes de esta muestra de cine feminazi, nos quedamos sin dudarlo con la pelea final, en la que las chicas se unen para zurrar de lo lindo a los malvados machirulos. Solo falta Irantzu Varela con la katana gritando: «¡Dejadme sola, dejadme sola!»

Aves de presa (2020). Clasificación en la escala feminazi: 9/10

Terminator: los planchabragas acabarán con la humanidad

El coronavirus ha parado en seco la actividad cinematográfica de Hollywood. Viendo la cosecha de 2019 casi es una suerte. James Cameron volvió a la saga de Terminator 30 años después recuperando a Linda Hamilton y todos nos las prometíamos muy felices… hasta que en la promoción dijo que había hecho una película feminista (ay, ay, ay). Con la devoción oportunista del aliade que ve el filón, el director de Aliens dijo que su film, hecho por hombres, quería explorar el feminismo y que esperaba que las mujeres respondieran yendo al cine. Además de planchabragas y mansplainer, tonto de cojones.

Terminator Destino oscuro pone en el centro a tres mujeres para luchar contra la nueva amenaza de las máquinas: la terminator buena (Mackenzie Davis), Sarah Connor y la nueva salvadora de la humanidad, porque, después de cinco películas y una serie de televisión, resulta que no era John Connor sino una mujer latina (guiño, guiño). Estaba claro que una fábula empoderadora feminista quedaba rara si giraba en torno a un hombre, así que se lo cargan a los cinco minutos de película y a otra cosa mariposa.

El detalle opresor

Arnold Schwarzenegger interpreta a un T-800 que se queda sin misión y se casa con una mujer para tener una vida normal. Pero como la muchacha lo ha pasado mal y él no deja de ser una máquina que pesa 200 kilos, la respeta sin practicar sexo con ella desarrollando empatía hacia las mujeres, lo que le convierte en el aliade ideal para el trío protagonista. Terminator: Destino oscuro hizo honor a su título. A pesar de ser un correcto vehículo de acción, la sensación de ser más de lo mismo por un lado y la corrección política por otro, la convirtieron en uno de los batacazos de la temporada. Si Cameron insiste con Terminator esperemos que haya aprendido la lección. Más Skynet y menos feminismo.

Terminator: Destino oscuro (2019). Clasificación en la escala feminazi: 7/10

Feminazi Navidad

Cuando le digan que el hembrismo no es real hábleles de esta película. Solo ver el cartel y la cara de mala hostia de las protagonistas ya da miedo. Es un supuesto remake del primer slasher rodado en 1974 al que no se parece en nada. La directora, Sophia Takal, un clon yanqui de Leticia Dolera, ni siquiera se molestó en ver la original y aseguró que su película era «ferozmente feminista» y que solo les gustaría a ellas. Al menos la muchacha fue sincera y, gracias a este delirio, podemos decir que el cine feminazi existe. Es justamente esto.

La cosa va, agárrese los machos, de una hermandad secreta patriarcal formada por hombres blancos heteros que asesinan mujeres y quieren acabar con el feminismo usando sus poderes mentales para extender la masculinidad tóxica. Un grupo de bravas universitarias lucharán contra ellos y los eliminarán con el mismo entusiasmo con el que hablan de la copa menstrual o recogen firmas para echar a un profesor señoro que, estaba claro, resulta ser el líder de la secta machuna de asesinos.

El detalle opresor

El profesor, Cary Elwess, en el peor papel de su carrera, demuestra toda su maldad al principio del film hablando en clase sobre Camille Paglia, la disidente feminista que odia el feminismo hegemónico. Está claro que este tipo tiene que ser el mal absoluto. Dos detalles, de los muchos que tiene la película: el único hombre bueno es un aliade (negro, por supuesto) y hay un momento «El violador eres tú» cuando la protagonista identifica a un tipo que abusó de ella entre el público de una representación musical. Navidad sangrienta es sin duda la joya de la corona del cine feminazi hasta la fecha. Por desgracia, tal como está el patio, cualquier día la superan. Así que no hay otra forma de terminar este artículo que anunciando lo inevitable…
CONTINUARÁ

Navidad sangrienta (2019). Clasificación en la escala feminazi: 10/10

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10 comentarios

  1. Muy buen desenlace de la trilogía. Ah, y sigo sin ganas de ver ninguna de estas películas. No quiero morir de vergüenza ajena.

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