Cine feminazi

La crítica ha dicho: «Joyas del cine feminazi es un artículo que hará historia, atreviéndose a llamar a las cosas por su nombre. ¡Hurra por Kaplan!» (KAPLAN CONTRA LA CENSURA). «Joyas del cine feminazi es una muestra de misoginia y machismo inaceptables. La ciudadanía clama por una ley que prohíba artículos como este y deconstruya a los señoros que los escriben en campos de reeducación» (LO PAÍS). Ahora, por fin, llega la segunda parte que todos estaban esperando.

El movimiento #MeToo estalló a finales de 2017 con las denuncias por agresión sexual de varias mujeres contra el productor Harvey Weinstein, que pasó de ser uno de los hombres más respetados de Hollywood a uno de los más odiados en cuestión de horas. Desde entonces, y tras una campaña iniciada por la actriz metida a activista Alyssa Milano, el movimiento no ha dejado de crecer con miles de denuncias de mujeres, pero también ha ido aumentando su controversia ya que la mayoría de estas denuncias son antiguas y no solo no se pueden demostrar sino que ni siquiera lo pretenden, gracias al famoso #Yositecreo que sitúa la palabra de la mujer automáticamente por encima de la de cualquier hombre.

Llega un ser de luz: la mujer #MeToo

Es en este contexto en el que surge lo que podríamos llamar el cine #MeToo, inspirado por la nueva moral feminista que pretende luchar contra el machismo y la sexualización, puesto que para esta gente una mujer sexy atrae la mirada lasciva del hombre y de ahí a la violación hay apenas unos pasos. Lo que en principio era una buena idea (denunciar agresores sexuales que se creían impunes) nos ha llevado por la vía del exceso al umbral de una época en la que el puritanismo protestante se abraza al feminismo más radical. Como nos descuidemos acabamos como en El cuento de la criada pero al revés.

La mujer #MeToo se apoya en otras mujeres sin competir (sororidad), no necesita a los hombres (de los que desconfía porque son agresores en potencia) y jamás de los jamases se le ha pasado por la cabeza usar su físico para conseguir algo a cambio ni es consciente de que otras mujeres lo hayan hecho (son los hombres los que abusan de ellas cosificándolas e hipersexualizándolas, ellas son siempre inocentes). Imagínense las películas que pueden salir de esta filosofía.

Los ángeles (estrellados) de Charlie

Iba a ser la piedra angular del nuevo cine de acción feminista… y la pedrada se la llevó en toda la cara. Este reboot de la mítica serie Los ángeles de Charlie empieza con toda una declaración de intenciones (una secuencia donde se ve a niñas científicas, deportistas o artistas mientras una voz en off nos dice que pueden llegar a ser lo que quieran) y termina con los villanos -hombres, por supuesto- inconscientes en el suelo mientras todas las mujeres en pie celebran su triunfo. Entre medias, un despropósito de postureo feminista tras otro. Es tan demencial que hasta Charlie, que siempre había sido representado por la voz de un hombre, aquí es una mujer. ¿Qué es eso de que un machirulo nos dé órdenes? ¡Por encima del cadáver de la directora!

El detalle opresor

Con un presupuesto de 48 millones de dólares y una recaudación mundial de 73 está claro que Los ángeles de Charlie no fue el éxito que Sony Columbia esperaba, siendo una catástrofe en Estados Unidos. Su creadora, Elizabeth Banks, no solo no reconoció que a lo mejor se había equivocado con el enfoque o que no le había salido una buena película, sino que le echó la culpa al machismo. Con dos cojones. Los hombres no habían ido a verla porque no querían apostar por un cine de acción feminista. O sea, ponemos a tres tías sosas y asexuadas en una película aburrida y feminista donde todos los hombres son imbéciles… e incomprensiblemente pasan de ir a verla. Maldito patriarcado.

Los ángeles de Charlie (2019). Clasificación en la escala feminazi: 9/10

Mary Sue persigue marcianos

¡Men in Black se apunta al feminismo! Los medios repitieron felices las consignas del departamento de marketing de Sony Columbia (sí, los mismos de Cazafantasmas y Los Ángeles de Charlie, que parece que les va la marcha) por incluir a una mujer en esta división secreta que vigila la actividad alien en la Tierra. En realidad, ya había pasado al final de la primera película, con la inolvidable Linda Fiorentino, pero aquí de lo que se trataba era de explotar el lado feminista. Al verla, uno salía del cine buscando un neuralizador para olvidarse de todo lo que había visto. Tessa Thompson representa el arquetipo de mujer tan perfecta que es inverosímil (incluso en una película de extraterrestres), una Mary Sue de manual lidiando con la incompetencia de su compañero, el Chris Hemsworth de Cazafantasmas haciendo una vez más de macho inútil.

El detalle opresor

Sin Will Smith de protagonista, un guion simplón y unos guiños feministas que hasta Barbijaputa encontraría fuera de lugar, la película pretendía ser la primera de una nueva y apasionante saga pero la taquilla les hizo la peineta y el proyecto de las Women in Black que se nos podría haber venido encima se ha quedado perdido en algún cajón dentro de un sobre que pone: «para destruir al Patriarcado».

Men in Black International (2019). Clasificación en la escala feminazi: 6/10

Sola y cósmica quiero llegar a casa

Cuando el toque feminazi quiere «mejorar» un guion tiene el don de cargárselo. Es lo que le pasó a esta nueva entrega de los X Men que adaptaba la mítica historia de Fénix Oscura, en la que una entidad cósmica se apodera de Jean Grey y la acaba corrompiendo. El problema viene cuando a alguien se le ocurrió la genial ideal de convertir lo que tenía que haber sido una película de superhéroes en una parábola del empoderamiento femenino. El resultado es un caos narrativo en el que nunca queda claro qué demonios le pasa a Jean Grey (Sophie Turner), quien está en un imposible medio camino entre una adolescente perdida en un mundo de machirulos y un ser todopoderoso que quiere arrasar el universo.

El detalle opresor

En uno de esos momentos que tanto aplaude la crítica progresista y que hizo correr la sangre en Twitter, Mística le dice al profesor Xavier que deberían llamarse X Women porque son las mujeres del grupo las que salvan la vida a los hombres. Ni aún así consiguieron llevar a las feministas al cine, a lo que si sumamos que muchos fans pasaron olímpicamente de esta entrega —la más aburrida de todas— nos da como resultado otro Titanic con ínfulas feministas, que apenas recaudó 50 millones de dólares más de los 200 que costó, inversión publicitaria aparte. La anterior entrega (X Men: Apocalipsis) recaudó casi 550 millones de dólares… y costó menos que Fénix Oscura.

X Men: Fénix Oscura (2019). Clasificación en la escala feminazi: 5/10

Si ha llegado hasta aquí no se pierda la impresionante conclusión de esta trilogía en Joyas del cine feminazi 3: El ascenso del Patriarcado.

12 comentarios

  1. Grandísimo inicio con las críticas recibidas. ?? Yo firmaba la primera. Muy buena continuación. Muchas ganas de la tercera entrega y muy pocas de ver todas estas películas.

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